Economía

El G-7 en Biarritz costará a los transportistas más de 13 millones por bloqueos en la frontera

  • Los camiones afrontan un desvío de 1.000 kilómetros hasta La Junquera
  • Un vehículo parado tiene un lucro cesante de 400 euros diarios
Primeros atascos en la frontera de Irún por el G-7. Foto: EFE

La coincidencia de la celebración de la cumbre internacional del G-7 en Biarritz (Francia) -a menos de 30 kilómetros de la frontera española de Irún- con el último fin de semana de agosto amenaza con paralizar el tráfico rodado de mercancías hacia Europa. La Dirección General de Tráfico (DGT) alerta de bloqueos en la frontera de Irún y recomienda a los camiones que utilicen el paso de La Junquera (Cataluña), un desvío de unos 1.000 kilómetros de media para los transportistas.

La frontera de Irún soporta un tráfico de mercancías de unos 10.000 camiones diarios. Si todos esos conductores optan por desviarse hasta La Junquera afrontan un gasto extra de unos 350 litros de combustible, lo que supone 430 euros por cada vehículo, sin contar otros gastos de pérdida de tiempo -de media, perderán más de un día en recorrer esta distancia- y de desgaste del camión por el propio kilometraje. En total, durante los tres días de bloqueos, la cifra asciende a más de 13 millones de euros, solo en gasoil.

Además, la operación retorno del denominado Paso del Estrecho complica especialmente la frontera de la Junquera, por lo que, sumado a los camiones que no pueden pasar por Irún, podría causar grandes retenciones.

Esperar, aún peor

Otra opción, aún más cara para los conductores, es permanecer a la espera para cruzar la frontera vasca con Francia. De hecho, la DGT tiene previsto ya el embolsamiento de vehículos pesados en áreas de descanso en los principales corredores, contando para ello con el apoyo de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Un camión parado afronta un lucro cesante de unos 400 euros diarios, según explica el presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), Víctor González. De este modo, si se diera el peor de los escenarios, cada transportista que opte por esta opción perdería unos 1.200 euros.

"Cuando nos enteramos de que se iba a producir una cumbre de estas características en una población fronteriza creímos que se trataba de una broma", apunta Víctor González. "Nos afecta muchísimo, en un fin de semana, además, ya muy complicado en las carreteras", añade.

De hecho, en estas mismas fechas del año 2018, sin concurrir una cumbre de las características del G7, la intensidad de tráfico acumulada por estos pasos fronterizos superó los 200.000 vehículos en dirección al país vecino.

Frontera dividida

Juan José Gil, secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), apunta que la frontera catalana de La Junquera soporta un tráfico diario de 11.000 camiones. "Si a esto le sumamos los otros 10.000 que pretenden que pasen por allí, más la oleada de turismos procedentes de Marruecos de vuelta de las vacaciones, el caos puede ser importante", señala.

La Dirección General de Tráfico ha elaborado un plan operativo de regulación y vigilancia para hacer frente a estas afecciones al tráfico. Para llevar a cabo todas las medidas y evitar el colapso de las carreteras, la DGT cuenta con ocho centros de Gestión de Tráfico, donde se coordinan todas las actuaciones en la red de carreteras de sus áreas de influencia. En particular serán los centros de gestión de Madrid, Valladolid y Zaragoza los que estén principalmente involucrados en la adopción de dichas medidas. El servicio de medios aéreos, helicópteros y drones, dará cobertura los días del 22 al 26 de agosto en el entorno de la A-1 en Burgos, Segovia y Madrid y en la A-4.

También se procederá al refuerzo de servicios de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en el corredor A-1, A-4, A-8 y en los itinerarios alternativos.

"No es la primera vez que la frontera de Irún sufre este tipo de restricciones de tránsito", recuerda Juan José Gil. "Debido tanto a movilizaciones sociales en territorio galo, como los movimientos de los chalecos amarillos, las protestas de agricultores y otros colectivos, como por la propia actuación de control llevada a cabo por la Gendarmería francesa, esta situación se ha convertido en frecuente", denuncia.

A su juicio, esta situación "ha venido ocasionando de forma habitual colas kilométricas de camiones, generando pérdidas millonarias a las empresas transportistas".

Posibles altercados

Las dificultades no acaban aquí. La situación amenaza con extenderse más de los tres días que durará la cumbre. Las autoridades creen que podrían producirse altercados en la zona que obligarían a la Policía española y la Gendarmería francesa a cortar el paso de vehículos antes de la cumbre.

Los principales intentos de bloqueo serán en las autopistas y afectarán a carreteras como la A63, que une Burdeos con la frontera española en Irún. También afectarán a vías principales de las comunas francesas de Urruña, San Juan de la Cruz, Anglet, Bayona o Biriatu. Entre ellas, la carretera de peaje, según mencionan varios colectivos antifascistas en la información que han subido a sus redes sociales. Asimismo, los chalecos amarillos han organizado una macroacampada.

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