
Quién iba a pensar que una marca como Jaguar, tradicionalmente conocida por sus elegantes berlinas y descapotables, iba a acabar sucumbiendo a la moda SUV. A más de uno le habrá sorprendido semejante decisión, sobre todo, teniendo en cuenta que en el grupo ya existe una firma centrada en la vertiente offroad, que es Land Rover.
Pero la realidad es que el mundo del todocamino es peculiar y el cliente lo ve como una opción más dentro del sector asfáltico. Simplemente busca un diseño, una postura al volante y una habitabilidad y versatilidad concretas, sin pensar en si irá mejor o peor al abandonar la carretera y entrar en una pista. Visto así, no parece nada descabellado que un coche como el que protagoniza este artículo forme parte de la gama Jaguar. No cabe duda de que es un movimiento estratégico, preciso y calculado.
Tras el F-Pace, que fue el encargado de abrir camino, su secuela se presenta con la denominación E-Pace. La 'E' en Jaguar es sagrada (la hereda del mítico deportivo E-Type), así que todo parece indicar que el grupo Jaguar/Land Rover -en manos de la compañía india Tata- tiene puestas en él grandes esperanzas.
Cuatro motores
El E-Pace es un SUV compacto de 4,39 metros de longitud. Su interior va acorde a sus cotas en materia de habitabilidad y el maletero cubica unos generosos 577 litros. Minimalismo, calidad, ergonomía, buenos materiales, diseño y practicidad. Esto es lo que respira a bordo del SUV británico, que deja bien claro que viene de familia noble.
Una vez en marcha, la rodadura es buena, como también lo es el nivel de insonorización. El único problema que deja a la vista es su elevado peso de 1.850 kilogramos, que empobrece las aceleraciones y deja notar ciertas inercias en movimiento, a pesar de su excelente puesta a punto de chasis. Bajo el capó de este felino con acento british cobra vida un motor diésel de 4 cilindros y 2 litros, que entrega 180 CV y 430 Nm de par. No es explosivo en su capacidad de empuje a pesar de las cifras (ese sobrepeso...), pero sí es muy resolutivo y austero, a tenor de sus 5,6 l/100 Km de consumo medio.
El cambio, por cierto, es automático de 9 velocidades y funciona muy bien asociado a este propulsor. No existe posibilidad de optar a un manual en esta versión de motor diésel. A lo que sí se puede renunciar es a la tracción total que monta nuestra unidad de pruebas. Hacerlo elimina de la factura final unos 2.600 euros, pero también resta seguridad y merma las opciones de uso en entornos deslizantes. No es indispensable a pesar de todo, su elección depende de cómo y en qué circunstancias se utilice el coche normalmente.
Visto todo esto, solo queda decir que el Jaguar E-Pace con motor diésel de 180 CV es un referente entre los SUV de su tamaño. Y lo es porque se aprecia mimo y trabajo en cada elemento que lo compone. En cualquier caso, no será fácil justificar su precio, que parte de 44.900 euros con el nivel de equipamiento básico.
Ficha técnica Jaguar E-PACE D180 AWD Auto
Motor: diésel
Potencia: 180 CV
Par motor: 430 Nm
Consumo medio: 5,6 l/100 km
Longitud: de 4,39 metros
Maletero: 577 litros
Tracción: integral
Transmisión: automática, 8 vel.
Precio: desde 44.900 euros