Una de las novedades que se han dejado ver en el Salón del automóvil de Los Ángeles es el nuevo Mazda CX-5. Se trata de una edición rediseñada del modelo que ahora se encuentra a la venta, muy mejorada en el plano estético, funcional, tecnológico y de calidad percibida. Mantiene los rasgos del diseño Kodo (alma en movimiento) y los motores Skyactiv, que a estas alturas son ya una seña de identidad.
Dice Mazda que el nuevo CX-5 que verá la luz en el mercado en 2017, "está claramente enfocado a la sensibilidad humana, con un comportamiento receptivo a la altura de las expectativas de los conductores, pero también dando prioridad al confort de los pasajeros, con un habitáculo silencioso y de buena calidad, para hacer que los desplazamientos sean agradables".
Visto desde fuera, gana personalidad gracias a la llegada de nuevos elementos como los faros y pilotos, la parrilla, los paragolpes y, en general, todo lo que define la carrocería del coche. Más moderno y elegante que antes, el SUV nipón se asienta sobre la misma plataforma ya conocida, que en este caso incorpora una serie de mejoras que le hacen ganar puntos en rigidez. Por otra parte, baja el centro de gravedad, lo que -suponemos- se traducirá en una dinámica más segura y aplomada.
El interior lo definen una instrumentación, salpicadero y consola totalmente nuevos, muy en línea con los últimos diseños que hemos podido ver en los Mazda de última hornada. Predomina la sencillez, el minimalismo y la elección de materiales que a la vista resultan agradables. También son nuevas las combinaciones de colores de la tapicería.
El Mazda CX-5 2017 mide 4,55 metros de largo, 1,84 de ancho y 1,69 de alto, es decir, prácticamente lo mismo que el modelo anterior. Esto le sitúa en la liga de modelos como el BMW X1 o el Audi Q3 por sus dimensiones. Del maletero nada dice la marca en la primera información difundida a los medios, pero hemos de suponer que será muy similar o igual a los 463 litros del CX-5 actual.
En el apartado mecánico las opciones son dos motores Skyactiv de gasolina, de 2 y 2,5 litros, y un diésel Skyactiv-D de 2,2 litros. La marca no ha confirmado aún las cifras de potencia de ninguno de los tres, pero esos mismos propulsores entregan 165, 195 y 150 caballos, respectivamente, en el modelo actual. Por ahí andarán los tiros. Las cajas de cambios a elegir son una manual y otra automática, ambas de seis velocidades, disponibles para las tres mecánicas. La tracción integral i-Activ AWD es una opción en la gama y llegan nuevos sistemas electrónicos como el G-Vectoring Control (GVC) que ajusta el par motor que le llega a cada rueda para controlar las inercias y las fuerzas g laterales en el interior del coche y así lograr una experiencia de conducción más confortable para todos los ocupantes.
El nuevo Mazda CX-5, que se acaba de presentar en Los Ángeles, destaca también por el nuevo color de carrocería Soul Red Crystal, un rojo intenso que utiliza la tecnología de pintura Takuminuri de Mazda, una técnica en la que se imprimen tres capas y logra un acabado de aspecto artesanal. El nuevo SUV compacto japonés saldrá a la venta en su país natal en febrero. Algo después llegará al resto de mercados. En este momento se comercializa en 120 países y tiene el orgullo de ser el modelo más demandado de la marca, con un 25% del total de ventas a nivel mundial.