El exclusivo preparador de BMW ha desvelado con bastante antelación su novedad de mayor calibre para el Salón del Automóvil de Ginebra. Se trata de un monstruoso deportivo basado en la berlina Serie 7 que, sin embargo, no pierde nada de su elegancia y refinamiento.
El buque insignia de la marca alemana merecía como siempre uno de los hipervitamínicos tratamientos del preparador bávaro, ubicado en la localidad de Buchloe. En realidad se trata de un tunning de altos vuelos que cuenta con todo el beneplácito de BMW y que se permite incluso firmar sus creaciones con un número propio en el chasis.
Muy respetuosa con la relativa discreción que busca un cliente de Serie 7, la firma Alpina introduce sin embargo notables cambios estéticos que lo diferencian de un modelo de fábrica. No obstante, los diversos aditamentos cumplen también otra función que la estética pues, por ejemplo, vemos que la imponente parrilla delantera de refrigeración dispone de láminas de apertura variable. Por debajo, vemos un deflector, también de aspecto espectacular, pero destinado a mejorar la aerodinámica a altas velocidades que ha sido calculado para trabajar junto al alerón posterior.
Las ruedas crecen, no por simple exhibicionismo, sino por la necesidad de un mejor agarre a la carretera que exige unos Michelin Pilot Super Sport montados sobre aligeradas llantas de la propia marca Alpina en medida 20 pulgadas. Parachoques específicos, doble salida de escape de acero inoxidable y pintura a elegir entre azul o verde terminan de darle un aspecto suficientemente personalizado al exterior del B7 xDrive.
600 CV y prestaciones de GT
En su interior nada se ha perdido del refinamiento en un prestigioso Serie 7 alto de gama que se precie. Tapicería de cuero artesanal, cuadro de mandos digital de aspecto configurable por el conductor, información proyectable en el parabrisas, iluminación ambiental personalizada, mandos de material cerámico,? Nada faltará a los ocupantes en cuanto al máximo lujo en un automóvil.
Pero hasta ahora solamente hemos hablado del envoltorio pues el verdadero tesoro que guardan las preparaciones Alpina se esconde en la propia mecánica del deportivo en cuestión. Bajo el capó encontramos un motor V8 Biturbo 4.4 que ha visto como los ingenieros subían su potencia hasta los 600 CV.
Equipado con la caja de cambios automática de 8 relaciones y tracción total a las cuatro ruedas, la berlina más grande de BMW puede acelerar desde parado en 3,9 segundos hasta alcanzar los 100 km/h y seguir hasta conseguir una velocidad punta de 310 km/h. Se trata de conseguir prestaciones de GT pero sin renunciar a la comodidad de una limusina.
BMW Serie 7: el semiautónomo