Motor

El nuevo Porsche 911 Cabriolet ya está aquí y así es su capota de lona (vídeo)

Tal y como comentábamos hace apenas unos días, Porsche ha cerrado el último ejercicio con unos resultados muy positivos. Y uno de los culpables es, sin duda, el Porsche 911. Es el modelo más icónico de la marca y, a pesar de no ser el que más unidades vende (el protagonismo es para los SUV Macan y Cayenne), sí es el modelo más admirado y aspiracional. En 2018, en pleno cambio generacional, aumentó sus ventas de manera significativa, y en 2019 sigue la ofensiva 'nueveonce' con el lanzamiento del Porsche 911 Cabriolet.

El Porsche 911 descapotable de la generación 992 ya está aquí. De momento, se ofrece en dos versiones, Carrera S Cabriolet y Carrera 4S Cabriolet, ambas con motor sobrealimentado de 450 CV y cambio automático de 8 velocidades, si bien la segunda cuanta con tracción integral frente a la primera, que es de dos ruedas motrices (tracción trasera).

Está claro que el Porsche 911 Cabriolet ofrece un atractivo extra por la posibilidad de quitar su techo y así poder conducir a cielo abierto, disfrutando no sólo del entorno sino de las prestaciones y el encanto propios de este modelo. Pero, ¿qué tiene de nueva la capota del nuevo 911? Aquí van unos cuantos datos.

El nuevo techo del Porsche 911 Cabriolet está hecho de material textil y ofrece una curvatura muy similar a la del 911 Coupé. Su silueta es más fluida y trata de recordar a la carrocería cerrada cuando está puesto. Frente a la generación anterior, su funcionamiento es ahora más rápido y eficaz: apenas tarda 12 segundos en plegar y desplegar, y la operación se puede llevar a cabo en movimiento hasta una velocidad máxima de 50 km/h.

La estructura interior está hecha de magnesio. Aporta ligereza y tiene un tamaño muy discreto, que apenas ocupa espacio cuando se almacena bajo la 'joroba' trasera. Sus dimensiones aquí son de apenas 23 cm de alto x 55 cm de largo. Pero que sea tan poco aparatosa no quiere decir que sea peor, sino más bien todo lo contrario. De hecho, según asegura Porsche (esperamos poder corroborarlo cuando el coche pase por nuestras manos) la capa exterior aísla hasta el punto de ofrecer un confort acústico similar al del Porsche 911 Coupé.

Para rodar a velocidades elevadas, nada mejor que pulsar el botón que acciona el deflector de viento trasero, que está integrado y entra en funcionamiento mediante un mecanismo eléctrico que lleva a cabo la tarea en 2 segundos y a una velocidad de hasta 120 km/h. Quizá para dar un paseo a ritmo tranquilo no sea muy necesario, pero cuando se trata de hacer distancias a cielo abierto por carretera, sin duda se convierte en un elemento clave para que el paso de los kilómetros sea más cómodo.

Otra parte interesante del nuevo Porsche 911 Cabriolet el su sistema de protección antivuelco, que cuenta con una estructura hecha a base de secciones de aluminio. Dada su elevada rigidez, sirve también para aportar refuerzo a la estructura, lo que mejora la dinámica del coche en condiciones exigentes. En caso de vuelco inminente, dos módulos pirotécnicos ubicados tras los asientos traseros despliegan unos arcos de seguridad, independientemente de si la capota está plegada o desplegada, para garantizar la integridad de los ocupantes.

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