
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, inició el pasado mes de mayo su cuarto mandato de seis años tras asumir el cargo en un acto en el que se pudo ver la nueva limusina presidencial que utilizará: una suerte de 'búnker' de más de seis metros de largo hecho en Rusia. Un espectacular vehículo que estará escoltado a partir de 2019 por una llamativa flota de motos diseñadas por la empresa militar Kalashnikov.
Conocida como Izh Kortezh, se trata de un modelo (aún en formato concept) blindado a prueba de balas cuyas dimensiones se cifran en 2.900 mm de longitud, 940 mm de ancho y 1.250 mm de alto, guarismos considerables que elevan su peso hasta los 510 kilos.
No obstante, su motor bóxer de cuatro cilindros y 2.0 litros conceden unas prestaciones nada desdeñables: 150 CV, 250 km/h de velocidad punta y una aceleración 0-100 km/h en 3,5 segundos.
La producción de la Izh Kortezh comenzará en 2019 y, por fortuna para los amantes de las dos ruedas, llegará a diversos mercados para el público general, aunque no se conocen ni la fecha ni el precio. Lo que sí concreta Sergei Chemezov, CEO de Rostec, el conglomerado estatal de empresas al que pertenece la icónica firma armamentística, es que el modelo definitivo no distará apenas del concept presentado puesto que "utilizará el mismo diseño y soluciones técnicas".
Cabe recordar que no es la primera vez que Kalashnikov sorprende abandonando sus icónicos rifles de asalto AK-47 para presentar prototipos de motocicletas. El nuevo modelo blindado se suma a la eléctrica que adquirió la Policía de Moscú durante el pasado Mundial de Fútbol de la FIFA en Rusia y a su asombrosa moto voladora.