El presidente de Rusia, Vladimir Putin, asumió este lunes el cargo para un cuarto mandato de seis años en la sala de San Andrés del Gran Palacio del Kremlin. Un acto en el que además se pudo ver la nueva limusina presidencial que utilizará, una suerte de 'búnker' de más de seis metros de largo hecho en Rusia que reemplaza a los vehículos Mercedes que hasta ahora utilizaba el jefe de Estado.
"Este automóvil presidencial es mejor que el de Trump" afirmó uno de los organizadores de la ceremonia en palabras recogidas por la agencia Ria Novosti. Por su parte, la cadena Rossiïa TV iba más lejos asegurando que es "el mayor evento de la industria del automóvil de los cinco últimos años" y destacó que el coche ha sido fabricado en Rusia, con piezas rusas y por especialistas rusos".
No obstante, el motor de la limusina 'Senat', tal y como ha sido bautizada, ha sido concebido con la ayuda de ingenieros del fabricante alemán Porsche, lo que le da una "experiencia internacional" según la cadena. En concreto, montará un propulsor de 12 cilindros y 800 caballos de potencia.
Este vehículo forma parte proyecto Kortezh, que arrancó en 2012 tras un encargo realizado por Vladimir Putin al Instituto Central de Investigación del Automóvil que se tradujo en una inversión de 165 millones de euros destinados al desarrollo de una familia de vehículos con funciones especiales: un minibús, un sedán de clase empresarial y una limusina para las primeras personalidades del Estado, además de un todoterreno para los guardaespaldas de acompañamiento, detalla la agencia RT.
Estos equiparán una mecánica híbrida compuesta por un motor de 8 cilindros y 860 CV conjugado con otro eléctrico incorporado entre el motor diésel y la caja de cambios. Todos los Kortezh llevarán una caja de cambios planetaria de nueve velocidades R932 de la empresa rusa KATE.
Tanto la berlina como el resto de la gama cuentan con blindaje y medidas de seguridad adicionales, como ruedas con el sistema antibala que permiten seguir conduciendo incluso si son pinchadas. En cuanto a la conectividad, estos modelos no tendrán integrado el 'smartphone' para evitar el riesgo de una fuga de datos al conectar el teléfono al automóvil.
El proyecto Kortezh se completará este año, mientras que la entrega completa del nuevo arsenal sobre ruedas para el Gobierno está previsto para 2019.