Motor

Toyota Yaris GRMN: directo del WRC a las calles

Inspirado en la vuelta de Toyota al Campeonato del Mundo de rallyes, el Toyota Yaris GRMN llega para hacer la boca agua de todos aquellos amantes de los pequeños utilitarios deportivos. Es un coche muy especial, con un motor especial y con una puesta a punto que también lo es, cuyo único objetivo es dejar bien claro que Toyota sabe hacer un GTI del segmento B como ninguno. Pero poco más, ya que se trata de una edición limitada a 400 unidades (sólo cinco llegarán a España y ya están vendidas), por lo que está muy lejos de ser una apuesta real para el común de los mortales.

El Toyota Yaris GRMN (Gazoo Racing) esconde una serie de particularidades, entre ellas, el motor. Se trata de un 1.8 gasolina VVT-i que rinde 212 CV gracias a un sistema de sobrealimentación por compresor. No es la primera vez que vemos esta solución en Toyota ni en otros fabricantes, pero lo cierto es que en este momento no hay ningún posible rival de este Yaris en el segmento B que la emplee.

Lo más normal es recurrir a turbocompresores para alcanzar niveles similares de potencia incluso con cilindradas menores. Pero los japoneses se han decantado por un cubicaje relativamente alto para un coche de este tamaño y por ese compresor Magnuson Eaton que eleva el rendimiento hasta alcanzar esa respetable cifra de potencia que, entre otras cosas, permite al pequeño deportivo acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanzar una velocidad punta de 230 km/h.

Mientras el motor -desarrollado junto a Lotus- se monta en Francia, el chasis se diseña y fabrica en Japón. Y, como no, la puesta a punto final del coche se lleva a cabo en el legendario circuito alemán de Nürburgring, meca de los cazarécords y talismán de la mayoría de las marcas, que lo utilizan a modo de pista de pruebas personal a la hora de afinar sus modelos más deportivos.

Prestaciones, aplomo, sensaciones en general… y diseño. Claro, porque un modelo de aspiraciones racing no sólo debe serlo, sino también parecerlo. En este sentido, el Toyota Yaris GRMN ofrece un diseño exterior que recuerda en cierta medida al del Yaris WRC, con unos tonos similares, unas llantas BBS de 17 pulgadas, un alerón trasero de color negro, un escape central de forma ovalada, un paragolpes específico y un difusor trasero de lo más llamativo.

En el interior, la nota distintiva la ponen unos asientos tipo bacquet que van forrados en una tapicería especial, un pedalier y una instrumentación específicos, los logos pertinentes que acreditan que se trata de la versión GRMN y no otra, y un volante de corte deportivo que toma prestado de su hermano el Toyota GT86.

Su precio, 29.900 euros, es algo elevado en términos relativos si se compara con algunos competidores del segmento B, pero quizá no lo sea tanto si se pone en relación a la diversión que es capaz de ofrecer. Muchas veces, una pelotilla con alma circuitera como esta es capaz de dar más satisfacciones que todo un deportivo de mayores dimensiones con tropecientos caballos bajo el capó.

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