Pruebas

Toyota GT86: la esencia de los 80 en un deportivo de hoy

Es ágil, rápido y pasional, pero a la vez tiene un punto de equilibrio y racionalidad que no existe en otros modelos similares. Sin duda, un deportivo muy especial que demuestra que no hacen falta varios cientos de caballos para alcanzar sensaciones puras.

Nunca pretendió ser un superventas. El Toyota GT86 no se planteó como un coche de gran volumen, sino más bien de nicho, destinado a ese público que busca sensaciones puras. Nació de la mano de Subaru, fruto de un acuerdo de colaboración entre ambas marcas, que vieron la necesidad de lanzar al mercado un modelo capaz de recuperar esas esencias perdidas en los pequeños deportivos de hoy.

Las cosas quizá no estén yendo todo lo bien que Toyota había esperado en términos de ventas; puede ser que este modelo haya llegado al mercado en un momento poco favorable, pero no por ello deja de ser un modelo realmente interesante que todo buen amante de las cuatro ruedas debe conocer. Y aquí estamos nosotros para intentar que no caiga en el olvido.

Un coche interesante decíamos. La pregunta es: ¿por qué? ¿Acaso es muy diferente a todo lo demás? La respuesta es que sí. Este Toyota rompe moldes por completo. Si nos fijamos en el panorama automovilístico actual, todo tiende a ser ultraeficiente, con diseño de formas abultadas, pesado, con muchas electrónica... Hace ya tiempo que los coches parecen puros electrodomésticos con ruedas al servicio de las normas anticominantes, más que cualquier otra cosa. En este contexto, el GT86 llega desprovisto de artificios, con una puesta a punto enfocada a la diversión, sin más. Un coche que retoma la idea de deportivo de los años 80: sencillo, ágil, ligero, medianamente económico y, sobre todo, tremendamente disfrutable.

Unas cualidades muy especiales

El Toyota GT 86 es un coche de dimensiones contenidas (apenas 4,2 metros de largo), con un peso bastante reducido, con un tarado de chasis bastante firme y una postura al volante muy baja. Si a esto le sumamos una dirección rápida y muy informativa, unos frenos con buen mordiente y mejor capacidad de dosificación, un motor de 200 CV y, cómo no, la tracción trasera, lo que obtenemos es un pequeño deportivo, muy ratonero y preciso, que pide guerra en tramos de curvas.

Porque para eso se ha hecho este Toyota, para disfrutar en las carreteras de montaña y, por qué no, en los circuitos. No es que sea un 'pepinazo' por prestaciones, como ya veremos más adelante, pero el feeling que transmite es tan bueno y tan especial, que invita a sacar ese piloto que todos llevamos dentro a la mínima de cambio. Hasta ritmos medios es un coche fácil de conducir, que sólo requiere una cierta adaptación a la rapidez de respuesta general; pero cuando se rueda rápido y/o con los controles de tracción y estabilidad desconectados la cosa cambia porque sus reacciones empiezan a pedir buenas manos al volante.

Derrapar con este coche es bastante fácil, incluso a pesar de que el motor bóxer tiene poca fuerza en la zona baja del cuentavueltas. En cualquier caso, existen diferentes modos de conducción para tranquilidad de quien se sienta a los mandos. Por una parte, el ESP funciona muy bien, así que si lo llevamos conectado el GT86 siempre irá por su sitio. Una segunda opción es pulsar el botón VSC, que permite cierta deslizada pero con un ángel de la guarda siempre en vilo para poner las cosas en orden si nos pasamos. Este último es un buen paso intermedio para llevar el coche suelto pero atado a la vez, algo que puede parecer contradictorio pero que, en realidad, es perfectamente compatible. Finalmente, quedaría una tercera opción que es la de desconectar todos los controles para disfrutar de una fiesta de cruzadas sin fin, algo muy recomendable para los conductores más expertos, siempre y cuando se realice en entornos seguros y habilitados a tal efecto.

Motor bóxer de origen Subaru

Bajo el capó aparece un 2 litros bóxer de 200 CV que recuerda a los motores de hace años. Es atmosférico y parece tener poca fuerza en la zona baja y media del cuentavueltas (su cifra de par máximo es discreta), aunque estira mucho y da lo mejor de sí cerca de la zona roja, allá por las 7.000 rpm. ¿Esto es bueno o es malo? Aquí habrá opiniones para todos los gustos. Quien esté acostumbrado a los motores turbo actuales, seguro le parecerá que tiene unas prestaciones pobres; sin embargo, nosotros lo vemos desde otro punto de vista. Nos gusta eso de exprimirlo para sacar lo mejor de sí, nos encanta jugar con las vueltas y también nos convence el sonido que emite y que entra en el habitáculo de forma perceptible. Quizá sea porque ya escasean este tipo de motores en el mercado, pero nosotros no lo cambiaríamos por otro, ni le pondríamos sobrealimentación ni nada parecido. Tal y como está es muy apropiado y casa perfectamente con la idea de equilibrio que representa el coche.

Eso sí, mejor elegir el cambio manual. En primer lugar porque permite jugar con el coche en mayor medida y en segundo, porque reduce el precio total en 3.500 euros. En esta ocasión hemos probado una unidad con transmisión automática y, aunque es justo reconocer que funciona con cierta rapidez y tiene una gestión que aprovecha inteligentemente las posibilidades del motor, lo cierto es que no es igual de divertida que la caja manual que, por cierto, tiene un tacto exquisito.

No es el coche perfecto... ¿o sí?

A estas alturas, alguno se estará preguntando si al GT86 se le puede poner alguna pega. Pues sí, se puede. Para empezar, es un coche pequeño, con unas plazas traseras casi testimoniales; su tacto de chasis es algo más duro de lo deseable para según qué usos, su maletero es reducido, su presentación interior es sólo correcta por diseño y calidad... En fin, que hay que tener las cosas claras para meter en el garaje un Toyota como este. Desde luego, no apunta maneras como compañero ideal para el día a día.

Eso sí, quien busque sensaciones puras en un coche asequible, no encontrará nada mejor, por muchas vueltas que le dé al listado de modelos que hay ahora en el mercado.

Ficha técnica

Motores: gasolina

Potencia: 200 CV

Par motor: 205 Nm

Consumo mixto: 7,1 l/100 km

Transmisión: automática, 6 velocidades

Tracción: trasera

Velocidad máxima: 210 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 8,2 segundos

Volumen maletero: 243 litros

Precio: desde 29.700 euros

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky