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¿Sabe realmente circular por una rotonda? Cinco errores comunes a evitar en las glorietas

Las glorietas son una de las intersecciones más confusas para los conductores como consecuencia de los diferentes tipos que existen y las múltiples salidas por las que se puede optar en cada una de ellas. | Los pecados más frecuentes de los conductores españoles.

Por ello, un gran número de automovilistas, por desconocimiento, pequeños despistes o dificultades en la conducción fruto del tráfico denso, las afrontan de forma incorrecta.

Para tratar de disipar una serie de errores comunes que pueden acabar en colisión, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha vuelto a difundir a través de su perfil de Twitter una serie de claves a tener en cuenta. En lo primero que hace hincapié antes de aclarar las situaciones más conflictivas es en tres principios básicos que se debe seguir cualquiera que sea la tipología de la rotonda: ceder el paso a quienes están dentro de ella y escoger el carril que considere más adecuado en función de la salida que vaya a tomar; una vez dentro, tiene preferencia el vehículo que está ocupando un carril respecto al que va a acceder a él; y, para salir de la glorieta, es imprescindible situarse previamente en el carril exterior; y si no ha sido posible, efectuar un nuevo giro para colocarse con tiempo en esa posición.

Hay que valorar, además, que no existen carriles establecidos en función de la salida que vaya a tomar. La glorieta es una vía de sentido único, generalmente con varios carriles, que tiene las salidas situadas en su carril derecho, como si se tratara de una autovía.

A pesar de ello, hay conductores que dudan sobre quién tiene prioridad si, por ejemplo, existe señalización regulando la preferencia; cómo utilizar los intermitentes; o cómo salir si el carril exterior está ocupado, dando paso a imprudencias que pueden desembocar en un accidente de tráfico.

Cinco errores de bulto habituales

En primer lugar, hay que diferenciar entre una rotonda partida y las glorietas circulares en las que se centran este artículo. Estas se caracterizan por contar con tramos que se comunican a través de un anillo en el que establece una circulación rotatoria alrededor de una isleta central. Por lo tanto, se diferencian de las rotondas partidas porque en estas últimas el conductor se ve obligado a salir de la vía principal para, una vez detenido el tráfico -generalmente por semáforos- pueda continuar el giro hacia la dirección deseada.

1.- ¿Cómo sabemos que estamos ante una glorieta?

El primer error habitual que se suele cometer es que en muchos casos no se sabe identificar el tipo de intersección. Será una glorieta si se encuentra con la señal 'S-200' y reúne los rasgos descritos anteriormente. Las señales P-4 y R-402 suelen generar confusión a pesar de que por sí solas no indican que se trate de una glorieta.

2.- ¿Si hay señalización regulando la preferencia?

En caso de, por ejemplo, un encauzamiento de carriles señalizado, los conductores siempre deberán seguir las indicaciones. En muchas ocasiones se refuerza con señalización vertical y horizontal de ceda el paso para quienes corresponda.

3.- No dé el intermitente al entrar en la rotonda

Es un error muy común. No obstante, en el momento de acceder a la glorieta, la DGT no recomienda utilizar el indicador de dirección para evitar que los demás interpreten de forma incorrecta que va a abandonar la intersección en la primera salida. Igual ocurre con el intermitente izquierdo cuando circula por el carril del interior. Emplee estos dispositivos luminosos solo si es para señalizar un cambio de carril.

4.- No salga desde el interior

Quizá sea la confusión en la que más ha ahondado Tráfico en los últimos años ante el elevado riesgo que supone. No salga desde el interior salvo que esté expresamente señalizado por circunstancias especiales. Además, recuerde que la normativa obliga a ocupar el carril derecho en todo momento siempre que sea posible.

5.- Un ciclista hace cientos

Los conductores de bicicletas tienen prioridad de paso respecto a los vehículos a motor cuando, circulando en grupo, el primero se haya adentrado en la rotonda. En dicho supuesto, deberá esperar a que atraviese la rotonda hasta el último miembro del pelotón.