Motor

Demasiados pecados al volante: los errores más frecuentes de los conductores españoles

El uso del móvil al volante, uno de los

Los conductores españoles son, en líneas generales, bastante imprudentes. Así al menos queda reflejado en los resultados de una encuesta hecha por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que arrojan información sobre los malos hábitos al volante de 662 automovilistas.

Para la mayoría, hay demasiados factores de distracción que aumentan el riesgo de sufrir un accidente: usar el móvil es la práctica más peligrosa, con un 83% de conductores que reconocen caer en la 'tentación', pero no es la única: un 38% admite que en ocasiones conduce bajo los efectos del alcohol; el 29%, que lo hacen de manera agresiva; y un 26% de los encuestados reconocen superar los límites de velocidad.

Pero las imprudencias se pagan: en 2014 murieron en accidente en las carreteras españolas un total de 1.688 personas por múltiples causas. Es cierto que las carreteras, concede la OCU, podían estar en mejores condiciones pero es la combinación entre las imprudencias y el mejorable respeto a las normas de tráfico lo que más siniestralidad provoca.

De los resultados de la citada encuesta, la OCU ha extraído los principales "pecados al volante" de los conductores españoles, entre los que destacan no respetar los cedas, no guardar la distancia de seguridad o sobrepasar los límites de velocidad establecidos. Pero no son los únicos...

Los enemigos de los conductores

El móvil ha cambiado la vida de prácticamente todas las personas, pero también ha contribuido a numerosos hábitos indeseables, como hablar mientras se conduce o manipular el teléfono para llamar y ver o incluso escribir mensajes, lo cual, admiten los encuestados, resulta más peligroso incluso que conducir bebido o a una velocidad excesiva.

Un uso muy extendido del móvil es el de su función como dispositivo de navegador GPS, pero este debe configurarse antes del inicio de la marcha o, ya en ruta, deteniendo el vehículo si no hay un acompañante. En caso contrario, la falta de atención, advierte la OCU, además de estar prohibido, puede ser mortal.

Un dato que refleja claramente que los malos hábitos se han instalado en demasiados conductores es el hecho de que el 20% de los encuestados no cree necesario utilizar el cinturón de seguridad, o el casco si se viaja en moto, en todo momento. Resulta obvio que se trata de un error obviar ambos dispositivos, pero muchos admiten que los usan solo para evitar sanciones sin ser conscientes de que su uso "aumenta notablemente la seguridad".

Revela la OCU que el aumento de las sanciones redunda en un descenso en el número de accidentes y la mortalidad, factores que, pese a ello, sigue siendo teniendo cifras muy altas. Y no importa el tipo de carretera; de hecho, hay más accidentes en vías urbanas que en carreteras: el 59% de los siniestros tienen lugar en la ciudad; el 17%, en  carreteras nacionales y secundarias; el 13%, en autovías y autopistas; y en circunvalaciones urbanas, el 11%.

¿Sancionar para prevenir?

Son mayoría, apunta también la OCU, los conductores que siguen apostando por las sanciones como medida para que se den menos accidentes, especialmente si se trata de multar a personas que conducen bajo los efectos del alcohol o las drogas, lo cual ya conlleva sanciones penales.

En cuanto a planteamientos que pueden resultar eficaces para evitar accidentes, los encuestados se han pronunciado de la siguiente forma a favor o en contra sobre si determinadas medidas resultan o no positivas:

La presencia de radares es la principal manera que ha encontrado la DGT para tratar de que los conductores respeten los niveles de velocidad marcados en cada zona. "Bien es cierto que el componente recaudatorio es evidente, pero también lo es que al detectar la presencia de un radar, los automovilistas reducen y adecúan la velocidad, aunque solo sea por el miedo a recibir una multa", señala la OCU.

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