
Uber ha reanudado las pruebas de sus coches sin conductor en San Francisco -donde regresó después de ser retirados por no tener licencia y ser un peligro para los ciclistas- tres días después del accidente que sufrió uno de sus vehículos en Arizona, lo que llevó a la compañía a suspender el programa de desarrollo de esta tecnología.
Dichos test, no obstante, aún están suspendidos en Tempe, Arizona y Pittsburgh, aunque la compañía espera retomarlos pronto.
En el accidente ocurrido el pasado viernes, uno de los Volvo XC90 con tecnología de conducción autónoma que utiliza Uber impactó con otro vehículo en la ciudad estadounidense de Tempe (Arizona), y terminó volcado en medio de la calzada.
Si bien, el coche de la compañía de transporte no fue el responsable del incidente ya que fue el otro vehículo implicado en la colisión el que se saltó un ceda al paso y provocó el impacto, de acuerdo con el informe policial. A pesar de la aparatosidad de choque, ninguna persona sufrió lesiones.