Diseño atractivo, chasis de fibra de carbono y, por supuesto, autónomo. Así es el primer Robocar real ideado por el prestigioso diseñador Daniel Simon, el vehículo que protagonizará las carreras de Roborace, una competición derivada de la Fórmula E en la que los diferentes equipos participantes competirán por crear el mejor software para alzarse con el título de campeones en una disciplina absolutamente innovadora.
Ha sido en el Mobile World Congress donde el prototipo que se conoció en las recientes pruebas reales -que acabaron en accidente- ha evolucionado hasta ser un coche de 4,5 metros de largo, 2 metros de ancho y, evidentemente, sin espacio para un conductor. Su peso alcanza los 975 kg.
En su interior, una batería de 540 kWh es la encargada de alimentar los cuatro motores de 300 kW -uno para cada rueda- que permiten al vehículo alcanzar una velocidad de hasta 320 km/h propulsado de forma 100% eléctrica.
La conducción autónoma se basa en Nvidia Drive PX2, que se encarga de gestionar hasta 24 trillones de operaciones por segundo basándose en los datos que le llegan desde sus 18 sensores de ultrasonidos, 2 sensores de velocidad ópticos y 6 cámaras.
Roborace ya ha comenzado a realizar las primeras pruebas reales y sus eventos tendrán lugar en los mismos circuitos en los que se celebra la Fórmula E, no obstante, según sus creadores habrá que esperar en torno a dos años para ver una verdadera carrera autónoma en la que participen varios coches y equipos.
