
La gasolina es uno de los bienes accesibles en todo el mundo con mayor oscilación de precio entre unos países y otros. El primer factor que condiciona el precio del combustible en un territorio es si este es productor de petróleo.
En general, los países productores ofrecen valores mucho más bajos, como sucede con cualquier bien de producción relevante en un territorio nacional. Sin embargo, la política fiscal de un país, su orientación hacia el medio ambiente y otras consideraciones en la estrategia internacional de una nación pueden inflar precios en zonas productoras o, al contrario, abaratarlo en países importadores.
Según los datos actualizados a día 9 de enero de 2017 en la web especializada Globalpetrolprices.com, Venezuela continúa imbatible al vender la gasolina más barata, y es casi un ejemplo que no se considera en los análisis. Se trata del territorio con mayor cantidad de petróleo reconocido en el mundo, y aun así, el Gobierno sigue privilegiando su simbólico precio con subvenciones al combustible y ausencia impositiva. Así, conducir en Venezuela supone pagar un centavo de dólar por litro de gasolina. Nada que ver con las 200 veces más que se abona por el mismo litro en Hong Kong, donde esta misma cantidad alcanza 1,93 dólares.
Dejando a un lado el caso especial de Venezuela, el resto de países que encabeza la tabla del combustible más barato es el siguiente:
-Arabia Saudí: 0,24 dólares el litro.
-Turkmenistán: 0,29 dólares el litro.
-Argelia: 0,32 dólares el litro.
-Kuwait: 0,34 dólares el litro.
-Egipto: 0,35 dólares el litro.
Se trata de países productores que, a su vez, ofrecen exenciones fiscales para que la gasolina permanezca barata para sus ciudadanos.
En el otro extremo de la tabla se encuentran las naciones que venden más cara la gasolina:
-Hong Kong: 1,93 dólares el litro.
-Noruega: 1,85 dólares el litro.
-Islandia: 1,73 dólares el litro.
-Israel: 1,65 dólares el litro.
-Grecia: 1,64 dólares el litro.
El caso de Hong Kong se explica por los altos impuestos y las dificultades operativas del administrador chino, que también es, sin embargo, país productor. Noruega supone un caso peculiar. Es el mayor productor y exportador europeo gracias a sus importantes reservas en el Mar del Norte. No obstante, lejos de traducirse en un menor precio del combustible para los noruegos, estos tienen que soportar elevados impuestos que sitúan su gasolina como la segunda más cara en el mundo y que alejan a los ciudadanos de la opción de conducir un vehículo privado. Esto se debe a la relevancia en las políticas medioambientales que han aplicado los sucesivos gobiernos en la nación escandinava, que se decanta por amasar un importante ahorro por la venta de su petróleo en un fondo que sirva para garantizar otros proyectos económicos en Noruega en el futuro.
El precio de la gasolina en EEUU también es reducido, y se sitúa en el primer tercio de la gasolina más económica de la tabla mundial. Además de que muchos estados del país son productores de petróleo, los impuestos favorecen un precio a la baja que deja el litro en 0,69 dólares.
Entre los territorios del continente europeo, que aparecen en el tercio más caro de valores mundiales, los que mantienen precios más bajos son Polonia (1,14 dólares el litro), Macedonia (1,15) o Andorra (1,16). España ha alcanzado el precio de 1,30 dólares el litro, seguida de Suiza (1,40), Irlanda, Alemania, Reino Unido (1,44 dólares el litro todos ellos) y Dinamarca (1,62) y Holanda (1,64 dólares el litro).