
El CES 2017 celebrado en Las Vegas ha sido el lugar donde se ha escenificado, una vez más, la convergencia de las marcas automovilísticas con las tecnológicas de cara a desarrollar el futuro del sector automovilístico.
Bosch, BMW o Bose han sido algunas de las entidades que han presentado cómo es el interior que proponen para los futuros coches. Otros, como Toyota, Audi o Nissan han apostado en su lugar por mostrar sus concept o describir cómo será su sistema de conducción autónoma.
Bosch es una entidad que cree que, para el año 2022, el mercado mundial de la movilidad conectada habrá crecido a un ritmo cercano al 25% anual. En pocos años, los coches se convertirán en una parte activa del IoT y serán capaces de comunicarse con otros modos de transporte, por lo que Bosch incluye una amplia gama de tecnologías como, por ejemplo, que en el momento en que el conductor se sienta al volante de su coche, la tecnología de reconocimiento facial ajustará el volante, los espejos retrovisores, la temperatura interior y la emisora de radio, según las preferencias individuales del conductor.
El sistema se controla a través de una pantalla táctil y de un innovador sistema de control gestual, que se retroalimentan con el uso. Si el coche está altamente automatizado, los servicios basados en la nube permitirán la realización de videoconferencias, o permitirán a los conductores y pasajeros planificar sus viajes de fin de semana o ver los vídeos más recientes. Para el 2025, la conducción altamente automatizada ahorrará a un conductor promedio en Estados Unidos, Alemania o China casi 100 horas al año, según un reciente estudio encargado por Bosch.
Al comunicarse con su entorno, el coche también asume importantes tareas en la ciudad conectada. Por ejemplo, con el aparcamiento basado en la comunidad, el automóvil se está convirtiendo en un localizador de plazas de aparcamiento. Al conducir por la calle, el coche detecta las plazas libres. Un servicio basado en la nube utiliza estos datos para crear un mapa en tiempo real de los aparcamientos libres, ahorrando al conductor mucho tiempo y dinero, y ayudándole también a reducir el estrés.
BMW, por su parte, apuesta por mejorar la tecnología de control gestual que equipan los Serie 5 y Serie 7. Denominada 'HoloActive Touch', es una interfaz de control gestual en la cual no es necesario llegar a tocar la pantalla con los dedos para llevar a cabo alguna acción gracias a un sistema de ultrasonidos que interpretará nuestras huellas dactilares antes de que exista contacto. El usuario notará una pequeña vibración en sus dedos cuando marque alguna función. La pantalla se esconderá una vez se termine la gestión.
Por otra parte, dado que los vehículos del fabricante germano también contarán con sistemas de conducción autónoma, este interior futurista ya equipa un volante escamoteable para cuando el piloto automático esté conectado.
Bose, la empresa estadounidense dedicada especializada en altavoces y auriculares, entre otros, ha presentado unos asientos inteligentes que adaptan la suspensión de acuerdo a la situación de la conducción. Según informa, Gadgets 360, estos se elevan e inclinan según sea necesario para eliminar la vibración ocasionada por el estado de la calzada o el movimiento resultante del subviraje propio de un trazado con curvas. El objetivo es permitir que los usuarios puedan trabajar como si estuviesen en la oficina con el mismo confort. Según la compañía, "la tecnología ya ha sido probada, y puede mejorar drásticamente la experiencia de los pasajeros, independientemente de cómo evolucione el transporte".