
Las finanzas del grupo italoamericano FCA no se encuentran en su momento más boyante. Tras la megafusión de Fiat y Chrysler, las deudas se acumulan y ya se elevan a un total de 7.000 millones de dólares.
Por otro lado, mientras el relanzamiento de las marcas italianas ha requerido una enorme inversión en el desarrollo de la plataforma modular común Giorgio, las estadounidenses Chrysler y Dodge no consiguen resultados punteros en sus mercados respectivos. Como resultado de la situación, la revista económica Forbes apunta la venta de las marcas premium Alfa Romeo y Maserati como única salida para sanear las cuentas del grupo Fiat Chrysler Automobiles.
Anteriormente el grupo alemán Volkswagen se había interesado en la compra de Alfa Romeo, pero las consecuencias del dieselgate han enfriado en la firma cualquier ánimo de expansión empresarial. A pesar de ello, FCA podría obtener grandes beneficios por la venta de sus dos marcas más simbólicas, ya que Lancia se halla ya prácticamente desaparecida en los planes de futuro del grupo.
Alfa Romeo está en pleno renacimiento y a punto de lanzar el SUV Stelvio. En 2018 hará lo propio con una nueva berlina, situada por tamaño por encima del recientemente llegado Giulia. Por su parte, Maserati se dispone a sustituir su carismático Gran Turismo y lanzar el Alfieri, un genuino biplaza, cupé, deportivo e italiano, que estaría a la venta en 2019 o 2020 a más tardar.