
General Motors continúa desafiando a Tesla. No solo ha fabricado un coche de masas con una autonomía superior al Model S, sino que además decidió entregar ayer las tres primeras unidades en Fremont (California), el lugar donde la firma de Palo Alto tiene ubicada su principal fábrica.
GM fue pionera en la apertura de esta planta en Freemont allá por 1955, la cual posteriormente acabó compartiendo con Toyota tras firmar una Joint Venture en 1984. Sin embargo, para 2010 ambas entidades habían abandonado ya este emplazamiento que fue adquirido por Tesla erigiéndose en la cuna del Model S, con lo que el porqué de entregar allí las primeras unidades no parece encontrar más respuesta que un mensaje subliminal desafiante.
El Chevrolet Bolt fue presentado el pasado mes de septiembre y generó un gran revuelo al conjugar precio-calidad como no se había hecho hasta ese momento. Este modelo salió a la venta por 37.500 dólares (33.400 euros) antes del impuesto federal que se aplica de 7.500 dólares (6.680 euros), y su rango es de 383 kilómetros. Unas cifras que dilapidan el éxito de los aproximadamente 350 km de autonomía que concede el Tesla Model S a cambio de los 66.000 dólares (58.800 euros que cuesta en EEUU la versión de acceso, el Model S 60.
Desde General Motors, además, aseguran que son capaces de producir entre 20.000 y 30.000 Chevrolet Bolt al año en su planta de Detroit y que esperan mejorar la capacidad de producción. Tesla, por su parte, planea comenzar a fabricar el Tesla Model 3 -su coche de masas- en junio de 2017 y todo apunta a que el éxito que generará sí superará al del Chev Bolt. Según Elon Musk, consejero delegado de Tesla, el primer año de fabricación está agotado a pesar de no haber siquiera comenzado puesto que el número de reservas gira en torno a las 400.000. Lo que habrá que comprobar es si la compañía tiene capacidad suficiente para cumplir con tal demanda.