
El porcentaje de coches con motores diésel vendidos a particulares, que llegó a ser del 64,4 % en 2012 y que en 2015 pasó a ser inferior al de gasolina, ha seguido su caída acelerada y se limita al 38% desde comienzos de año. La información, revelada por Les Echos, procede de un fabricante automovilístico no identificado.
Fue, además, implícitamente confirmada por el responsable de la comunicación del Comité de Constructores Franceses de Automóviles (CCFA), François Roudier, que dijo esperar que este año el diésel representará únicamente un tercio de las matriculaciones de los particulares.
En 2015, los automóviles diésel habían sido un 44,3%, frente al 53,3% en 2014, con un retroceso en cifras absolutas del 14,8%.
En términos globales, los motores de gasóleo siguen siendo mayoría desde comienzos de año (52,76%) porque ahí se incluyen las flotas de las compañías de alquiler y los vehículos de empresa, donde domina el diésel.
Causas del retroceso
Entre las razones está la finalización de las primas a los vehículos con menos emisiones de dióxido de carbono (CO2) que favorecían a los diésel y un mayor equilibrio en la fiscalidad entre el gasóleo y la gasolina, que sigue siendo menor para el primero.
Pero, sobre todo, lo que pesa es la crisis de confianza hacia el diésel tras el escándalo por el fraude de Volkswagen y los pronunciamientos de diferentes administraciones (como el Ayuntamiento de París) que han programado restricciones a los vehículos de gasóleo por los daños para la salud de sus emisiones contaminantes.