
La incertidumbre que genera el caso de los motores trucados de Volkswagen está llegando a la plantilla de su filial española. Los trabajadores de la planta de Seat en Martorell temen ajustes de plantilla, que podrían superar los mil trabajadores, tanto en las líneas de montaje de vehículos de la fábrica como en el Centro Técnico, la joya de la corona de la compañía.
El temor más inmediato pasa por una hipotética caída de ventas de los modelos que Seat produce en Martorell. El escándalo de los motores diésel trucados puede mermar la confianza de los consumidores en la marca VW y en sus filiales (Audi, Seat y Skoda), lo que se puede traducir en un descenso de los coches vendidos, algo que todavía no se refleja en las matriculaciones declaradas en septiembre.
En caso de padecer un retroceso de las ventas, los puestos de trabajo que se encontrarían en mayor riesgo serían los de unas 500 personas que Seat tiene contratadas en régimen temporal a través de empresas de trabajo temporal (ETT). Estos empleados son los que normalmente cubren las bajas temporales de la plantilla fija, especialmente la de los operarios que trabajan en la cadena de producción y que tienen contratos fijos (8.016 personas a cierre de 2014).
En función de la magnitud de la caída de ventas, Seat podría verse obligada a ajustar también su plantilla fija. El año pasado, Seat contrató a unas 800 personas, de las que 350 entraron en la plantilla con un contrato fijo. De igual modo, en los dos últimos años, la compañía ha incorporado a un casi un centenar de alumnos de su propia escuela de aprendices (45 este año y 47 en 2014). Estos dos colectivos, que han sido los últimos en incorporarse, podría verse afectados.Según datos de cierre de 2014, Seat cuenta con una plantilla de 12.444 personas, de los que 8.016 son operarios de las líneas de producción, 939 mano de obra no ligada a la producción, 3.481 personal directivo, técnico y administrativo, y ocho miembros del comité de dirección. Por el momento, Seat no ha revisado sus cifras de producción y ha citado a sus operarios para que acudan a trabajar algunos sábados hasta final de año en las líneas del Audi Q3 y del Seat Ibiza.
Efecto sobre el Centro Técnico
Uno de los principales afectados por recorte de las inversiones anunciados por Volkswagen será el Centro Técnico de Seat (CTS) . Esta instalación contaba a finales del año pasado con 900 ingenieros y este año se quería ampliar en 100 más para atender la demanda de proyectos encargados por la propia Seat y el resto de marcas de VW. En 2014, el CTS desarrolló más de 200 proyectos para el consorcio alemán con una inversión estimada de 300 millones de euros.
Según fuentes de Seat, la contratación de los 100 nuevos ingenieros "ya se ha realizado en un 60 por ciento" y se sigue buscando al resto. Sin embargo, es probable que la revisión de las inversiones anunciado por VW afecte principalmente a este centro.
Ayer, el consorcio alemán comunicó que la revisión afectará sobre todo a las que "no estén ligadas al producto" y que se mantendrán las relacionadas con los modelos actuales y sus sucesores. A falta de un comunicado oficial, Seat podría tener garantizado su nuevo SUV y el sucesor del Ibiza, mientras el SUV pequeño que se debería producir en Martorell quedaría en el alero.
