
El negocio de las gasolineras no atraviesa uno de sus mejores momentos. Desde que comenzó la crisis en el año 2007, la venta media de las estaciones de servicio registró un descenso del 31,4 por ciento hasta el pasado año, según los datos de la patronal petrolera, AOP.
Los motivos de este importante descenso se resumen en dos. Por un lado, la caída de consumo, unida al aumento del paro y la crisis económica y el incremento del número de vehículos de alta gama que gastan menos carburantes, ha provocado una importante caída en el consumo de gasolina -concretamente, un 25 por ciento -. Por otro, la entrada de nuevos actores en el negocio de las estaciones de servicio, que crecieron un 20,33 por ciento en este periodo.
Respecto a este segundo punto, el número total de gasolineras en España fue de 10.712 hasta el 31 de diciembre de 2014, según los datos recopilados en la Memoria de la Asociación Española de Operadores Petrolíferos (AOP).
Sin embargo, este crecimiento ha venido de la mano de los nuevos operadores independientes -que ya representan un 20 por ciento del total del mercado- y de las gasolineras ubicadas en híper y supermercados -que ya suponen un 3 por ciento del total que existen en nuestro país-.
Este aumento se debe, en parte, a las medidas lanzadas por el Ministerio de Industria para controlar las cuotas del mercado de petróleo. Primero, en el año 2008, obligó a Repsol a liberar una serie de estaciones de servicio. Posteriormente, el Gobierno prohibió sumar nuevas gasolineras a las petroleras que ya contaban con un 30 por ciento de cuota de mercado en cada provincia y ahora acaba de limitar las ventas por litros aunque dando un amplio plazo de adaptación.
Cierre de refinerías
Las refinerías españolas están ganando competitividad dentro de Europa cada vez con más fuerza. La razón es que el sector del refino español ha mantenido sus inversiones durante la crisis. De esta forma, en el periodo que va de 2008 a 2013 se han invertido 6.500 millones de euros con el objetivo de adaptarse a las nuevas realidades del mercado.
Sin embargo, esta inversión no se ha expandido al resto del Viejo Continente y muchas refinerías europeas aún no se han adaptado a la demanda, ni han tratado de ser más eficientes en el procesamiento de crudos pesados. Así, la caída de la demanda, el aumento de la competencia del refino de fuera de la UE y los bajos márgenes han obligado a cerrar numerosas refinerías en distintos países. Con todo, España todavía se mantiene a salvo de los cierres gracias a las inversiones.
La gasolina sigue subiendo
Por otro lado, frente a estos fenómenos, cabe destacar que el precio de la gasolina se sitúa a día de hoy un 14,6 por ciento por encima del arranque del año, según los datos recogidos en el Boletín Petrolero de la UE. No obstante, todavía es bastante inferior al de la primera semana de junio del pasado año, cuando el petróleo no había comenzado su fuerte abaratamiento.
El precio de la gasolina ha alcanzado un nuevo máximo anual esta semana, al registrar un incremento del 0,22 por ciento. En concreto, el litro de gasolina se ha situado esta semana a un precio de 1,318 euros, marcando así su sexta semana consecutiva por encima del umbral de los 1,3 euros por litro.
Frente a esto, el diésel se mantiene más barato. El precio de este carburante se situó esta semana en 1,2 euros, tras haberse abaratado un 0,24 por ciento con respecto a la semana anterior. Aún así, se mantiene por encima de la cota de los 1,2 euros y cuesta un 8,89 por ciento más que a principios de este año 2015. Con todo, con los niveles actuales, llenar el depósito medio de 55 litros de gasolina requiere 72,44 euros, mientras que el de gasóleo cuesta 66 euros.
Eso sí, las marcas ofrecen descuentos promocionales. Es el caso de Cepsa, que acaba de elevar del 3 al 5 por ciento la rebaja que realiza en las gasolineras de Carrefour.
