
La pandemia del coronavirus ha afectado seriamente los planes que tenían las distintas automovilísticas. En el caso de Renault, la falta de liquidez ha obligado a la marca del rombo a solicitar al Estado francés una inyección de liquidez de 5.000 millones de euros. Como contrapartida, Francia, propietaria de un 15% del capital de Renault, pidió en un primer momento la repatriación de la producción.
Ante la dificultad de esta petición, Renault planea ahora el cierre de hasta tres fábricas francesas con el objetivo de ahorrar 2.000 millones de euros hasta 2022. Las factorías que se verían afectadas por esta decisión serían la planta de motores de Choisy-le-Roi, la de fundición de Caudan y la de la marca Alpine en Dieppe, según avanza el diario francés Les Echos.
En estos tres centros trabajan poco más de 1.000 personas, de las que 260 lo hacen en Choisy-le-Roi, 385 en Caudan y otras 385 en Dieppe.
Por otro lado, desde Renault contemplan el parón de la producción en la planta de Flins, la cual se encarga de la fabricación de los modelos ZOE eléctrico y Nissan Micra, y su posterior reconversión. El problema de esta factoría radica en la sobrecapacidad de producción.
Así, en 2019 esta fábrica, en la que trabajan 2.600 personas, produjo 160.000 unidades entre el ZOE, el Micra y el Clio, el cual ahora se produce, principalmente, en Turquía.
De hecho, y ante la pandemia de coronavirus, Renault ha anunciado que la planta de Flins dispondrá a partir de julio de una línea de producción de mascarillas. Esta decisión permitirá a la fábrica francesa producir semanalmente hasta 1,5 millones de mascarillas quirúrgicas. Para este proyecto, Renault construirá un edificio de 1.000 metros cuadrados en Flins para recibir la línea de producción, en la que 20 empleados serán formados en junio.
Pero estos no serían los únicos movimientos. La compañía, que presentará el próximo 29 de mayo su plan de reestructuración, también planea un reajuste en el Tecnocentro, donde la marca francesa emplea a 11.000 trabajadores, con el objetivo de abaratar costes.
Y es que el Grupo Renault entró en números rojos en 2019 por primera vez en diez años, ya que registró unas pérdidas de 141 millones de euros, frente a los 3.302 millones de beneficios que obtuvo en 2018.
En el primer trimestre de 2020, la facturación trimestral del grupo se situó en 10.125 millones de euros, lo que supuso una caída del 19,2% en tasa interanual. Este descenso está directamente relacionado, según la automovilística, a la caída de las matriculaciones en Europa (un 36 % menos en tasa interanual, hasta las 321.756 unidades), mucho peor que el comportamiento general del mercado automovilístico en el Viejo Continente (-26 %).
Eso tiene que ver, en parte, con la fuerte presencia de Renault en Francia, Italia y España, los países donde los efectos del coronavirus y de las medidas de confinamiento para hacerle frente más se han dejado sentir.
Los sindicatos españoles, "expectantes"
Los sindicatos con representación en Renault España están expectantes y pendientes de las reuniones del grupo mundial de finales de mes, ante el futuro de algunas de las plantas en Francia y la estrategia de la alianza con Nissan y Mitsubishi.
Los sindicatos CCOO y CGT, con representación en el comité intercentros de Renault España, se han mostrado expectantes sobre la situación en las factorías francesas aunque han reconocido que desconocen qué repercusión tendrá en la plantas españolas.
Fuentes de CCOO han indicado a EFE que este sindicato ya ha solicitado información a la dirección de Renault en España, cuando para finales de este mes, concretamente para el día 27, está previsto que se anuncie la estrategia de la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi, y dos días después que el grupo francés confirme sus líneas de actuación.
Un portavoz de CCOO ha asegurado que es difícil aventurar si estos cierres podrían tener repercusión en España y ha asegurado que han pedido información a la dirección de Renault en España aunque pendientes de las decisiones que la multinacional haga públicas a finales de mes.
Un portavoz de CGT en el comité intercentros de Renault España, consultado por EFE y que ha dicho conocer por compañeros de sindicatos franceses la posibilidad de que se cierren varias plantas en Francia, ha asegurado que la clausura de cualquier factoría es algo negativo desde el punto de vista social pero, al mismo tiempo, ha reconocido que desconoce la repercusión que tendría la medida en España.
La semana pasada, el consejero de Empleo e Industria de Castilla y León, Germán Barrios, lanzó un mensaje de "absoluta tranquilidad" sobre la permanencia de las plantas de Renault y Nissan en la Comunidad tras conocerse el interés del Gobiern francés por repatriar la producción de la marca del rombo y el posible cierre del fabricante nipón de su factoría de Cataluña.
En este sentido, el consejero de Empleo e Industria destacó que las factorías de Renault en la Comunidad están entre las más competitivas del mundo, y en el caso de Motores ocupa el primer puesto y de hecho ha tenido que ponerse a producir para surtir a las plantas de ensamblaje de todo el mundo. "Tenemos capacidad productiva y estabilidad social y eso lo valoran mucho las multinacionales. Sería un sinsentido".