Coches

Elon Musk quiere que el nuevo Tesla Roadster vuele a un metro del suelo

  • Su idea es que esté propulsado por cohetes en la parte trasera
  • El proyecto tiene difícil encaje por el peso de los vehículos
Foto: eE.

Elon Musk siempre está pensando en cuál será la siguiente innovación. Internet vía satélite, chips en el cerebro de un mono para jugar al pong con la mente...y, por qué no, coches que planeen a un metro del suelo.

En su intervención de hace días en el podcast de Joe Rogan en Spotify, Musk aventuró que su próximo modelo del Tesla Roadster podría incluir unos propulsores que hiciesen el coche volar sobre la carretera. De ser cierto, la empresa de vehículos eléctricos estaría persiguiendo lo que en la práctica casi sería un coche volador.

"Tal vez pueda flotar como a un metro del suelo, o algo así. Si caes en picado, volará la suspensión, pero no morirás ", aseguraba Musk. La expectación por el Roadster se ha ido disparando, aunque en paralelo a ciertas dudas por los retrasos en la presentación del nuevo modelo, prometido desde 2017.

Lo que plantea Musk es algo nunca visto y difícilmente imaginable a día de hoy: un vehículo eléctrico que se propulse con una especie de cohetes en la parte que habitualmente ocupan los asientos traseros (¿con la tecnología de SpaceX?) y que sea seguro y respete la normativa de circulación. Lo que parece un relato de ciencia ficción afronta varios problemas reales.

Tal y como plantea la página especializada Popular Mechanics, el peso del vehículo es un aspecto a tener en cuenta. En el caso de los Tesla, las baterías añaden un peso importante que, al sumar el peso destinado a los cohetes que ayuden a la propulsión, convertirían al nuevo Roadster en un desafío para la física.

Este inconveniente podría agudizarse si, tal y como ha apuntado Musk en diferentes ocasiones, se añade al Roadster tracción total, que elevaría el peso del vehículo.

Por todo esto, en Popular Mechanics apuntan a que el modelo de propulsión, si el proyecto sigue adelante podría verse obligado a cambiar: decantarse por el hidrógeno como propulsor y aligerar la carga del vehículo construyéndolo a base de fibra de vidrio podrían ser dos soluciones que contribuirían a conseguir el plan de Musk pero que, en todo caso, podrían subir el precio del modelo.

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