Madrid
Reino Unido ha aumentado el número de títulos universitarios y la calificación más alta para sus graduados. De hecho, más de una cuarta parte de los estudiantes se gradúa con los honores más altos. La excelencia universitaria ahora les puede pasar factura a estas instituciones, que podrían ser penalizadas en el sistema de calificación del Gobierno si otorgan demasiadas calificaciones de gran prestigio. Esto puede ser una amenaza para los estudiantes, los empleadores y las propias universidades, puesto que podrían ver disminuida su credibilidad.
Las cifras publicadas por la Agencia de Estadísticas de Educación Superior (Hesa) muestran que el 26 por ciento de los estudiantes se gradúa con un título de primera clase, un incremento del 18 por ciento en 2012-13. El aumento es parte de una tendencia a largo plazo. A principios de la década de 1990, solo alrededor del 8 por ciento de los estudiantes logró una primera clase. Actualmente, el elevado precio que se paga por una matrícula universitaria en Reino Unido (más de 9.000 libras, unos 10.325 euros) ha hecho que los universitarios realicen los mayores esfuerzos para lograr un título con las calificaciones más altas y así tener más facilidades en el mercado de trabajo. Actualmente, el 75 por ciento de los estudiantes logra una de las dos mejores clasificaciones, en comparación con el 47 por ciento que lo hacía a mediados de la década de 1990. En más de 50 universidades, la proporción de títulos de primera clase se ha duplicado desde 2010.
Los expertos indican que la inflación es consecuencia de la presión que sienten las instituciones por salir en los mejores puestos de las clasificaciones internacionales. Las universidades reciben un oro, plata o bronce dentro del Marco de Excelencia Docente y Resultados del Estudiante (TEF), que clasifica a las universidades anualmente según un criterio que incluye la experiencia del estudiante y la calidad de la enseñanza.
Un título de honores no solo otorgará a los estudiantes una titulación, sino que también especificará su nivel de rendimiento y especialidad en esa materia. Quienes logran esta clasificación tan deseada se encuentran en la posición más fuerte para empleo, programas de posgrado y aceptación para estudios de posgrado.
Por su parte, el Gobierno británico quiere poner freno a esa inflación e implementar medidas sólidas para garantizar que se apliquen procesos rigurosos de enseñanza y evaluación para evitar la dilución del valor de los títulos en el país que más sobresale en los rankings internacionales.