
La Inteligencia Artificial (AI) es un área de las ciencias de la computación que estudia la generación automática de comportamiento inteligente, donde se define el concepto "inteligente" en relación con la dificultad que tendría un ser humano para llevar a cabo una tarea determinada. Los problemas computacionales que históricamente se consideran parte de la AI incluyen el razonamiento, el descubrimiento del conocimiento, la planificación, el aprendizaje, el procesamiento del lenguaje natural, la percepción y la capacidad de mover y manipular objetos.
AI ha experimentado un boom sin precedentes en la última década, especialmente en forma de aprendizaje profundo. Muchos problemas que estaban fuera del alcance de los ordenadores, ahora se resuelven mediante algoritmos de AI. Algunos ejemplos destacados incluyen la capacidad de reconocer objetos en imágenes, traducir textos escritos entre diferentes idiomas, reconocer y filtrar señales de audio en canciones o discursos, y jugar a juegos de mesa complejos como Go.
Aunque no siempre es visible, la AI juega un papel cada vez más importante en la sociedad y en la vida cotidiana de los ciudadanos. Muchas páginas web utilizan algoritmos AI en forma de sistemas de recomendación para personalizar el contenido que se muestra a los usuarios. Muchas transacciones del sistema financiero se llevan a cabo en forma de comercio algorítmico. Los robots suelen estar parcialmente controlados por algoritmos AI (en algunas partes de la industria del automóvil, hay más de un robot por cada 10 empleados).
La utilización de AI experimentará un crecimiento exponencial en los próximos años. Muchas tareas en medicina se podrían realizar de manera eficiente con AI. Los vehículos autónomos serán comunes en pocos años. Los asistentes en línea ayudarán a los usuarios a realizar muchas tareas en Internet. Las ciudades inteligentes e Internet proponen utilizar redes de sensores para predecir eventos y sugerir acciones que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos.
La implementación a gran escala de los sistemas de AI en la sociedad es muy sencilla. A pesar de ello, las personas necesitan una explicación de por qué los algoritmos AI toman determinadas decisiones. La gente podría perder el trabajo como consecuencia de la incorporación de la AI, en hacer que un robot desarrolle las mismas tareas de manera más eficiente. Además, algunos sistemas de AI necesitan disponer de la infraestructura adecuada (por ejemplo, la digitalización de los hospitales). Por lo tanto, hay cuestiones éticas y legales para resolver: quién es responsable si algo sale mal?
Debido a la literatura popular de ciencia ficción, la percepción pública de AI menudo es parcial, y es necesario resaltar las limitaciones actuales. Los algoritmos están capacitados para resolver una única tarea aislada, y el conocimiento que obtienen raramente se transfiere a otras tareas. Además, no tienen la capacidad de sacar conclusiones de lo que han aprendido, realizar un razonamiento deliberativo o imaginar el mundo más allá de la tarea que se les ha presentado. El desarrollo de sistemas con habilidades cognitivas de alto nivel es un tema de investigación en curso (bajo el nombre de aprendizaje permanente), pero probablemente se necesitará mucho tiempo antes de que estos sistemas estén preparados para desplegarse.
Elaborado por Anders Jonsson, profesor del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la UPF y jefe del Grupo de Investigación en Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático.