
La generación nacida entre 1980 y 1995 comienza a ocupar puestos de dirección empresarial y a aplicar sus propios métodos de gestión basados en la flexibilidad, la comunicación y el desarrollo de habilidades personales.
Así es el estereotipo que arrastra la generación millennial. Pero la realidad es muy distinta. Los jóvenes españoles nacidos entre los años 1980 y 1995 trabajan una media de 43 horas semanales y un 49 por ciento no espera jubilarse hasta alcanzar entre los 65 y 69 años, según un estudio elaborado por la compañía de recursos humanos ManpowerGroup. Con este perfil, los primeros millennials españoles empiezan a ocupar puestos de dirección en organizaciones y a dirigir a sus propios equipos. Para ello no hacen uso de métodos tradicionales, sino que gestionan a partir de sus propias aspiraciones. Por lo tanto, "no buscan tanto encajar en una organización de gran tamaño, sino que se preguntan cómo va a encajar el trabajo en sus vidas", señala Elena Méndez, profesora asociada del IE Business School y directora de la red de Recursos Humanos de enEvolución. Esta premisa explica que la generación del milenio sea "mucho más exigente en ámbitos como la flexibilidad de horarios, la formación y el desarrollo de habilidades profesionales. Si no se les ofrecen esas condiciones, cambiarán de trabajo", explica Juanjo Jiménez, asociado del grupo de selección de personal especializado, Hays Executive.Al hilo de lo anterior, el mundo digital juega un papel importante en las empresas dirigidas por millennials; por ejemplo, "están acostumbrados no sólo a valorar el currículum de un candidato, sino a ver qué dice esa persona en redes sociales o consultar sus contactos", apunta Méndez. En lo que se refiere a la gestión empresarial, según amplía la profesora, "piden y dan feedback en ciclos más cortos; además, construyen mejores narrativas y buenas presentaciones porque entienden la importancia de la comunicación".En este sentido, Jaime Rodríguez, millennial y director general de BlaBlaCar en España y Portugal, destaca que el factor más importante a la hora de gestionar a sus empleados es "la comunicación directa, cercana y frecuente". Rodríguez define al líder como una figura que "tiene que ayudar, empoderar y entender a su equipo para retener el talento".Sólo un 23 por ciento quiere dirigirA pesar de que comienzan a perfilar unas características concretas, no todos los millennials españoles parecen estar interesados en convertirse en líderes. De hecho, la investigación llevada a cabo por ManpowerGroup revela que sólo un 23 por ciento de trabajadores de esta generación tiene prioridades laborales relacionadas con la dirección empresarial como crear su propia compañía, llegar a puestos de dirección o dirigir a otras personas. Por el contrario, un 75 por ciento está más interesado en desarrollar competencias personales que les permitan mejorar en su trabajo de manera individual. Para los españoles, realizar una contribución positiva, ganar mucho dinero, ser un experto reconocido y contar con un buen equipo se imponen a la necesidad de liderar. Una explicación a este fenómeno, que ofrece la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje), es que "el concepto de liderazgo de esta generación difiere sustancialmente de sus antecesores. Para los jóvenes, liderazgo no es sinónimo de autoridad o jerarquía, sino que tienen una concepción distinta de las relaciones laborales y los modelos de negocio, en las que la creatividad, la colaboración y la ética desempeñan un papel fundamental".La crisis y la digitalización propician el ascenso 'millennial' La llegada de directivos millennials supone la necesidad de una convivencia intergeneracional que se ha de gestionar desde la empresa. El caso del reemplazo generacional español ha venido marcado por los despidos y prejubilaciones durante la crisis, además de por las necesidades tecnológicas de algunas empresas para las que los jóvenes están mejor preparados, porque "tienen los conocimientos tecnológicos en su ADN y esto acelera sus carreras profesionales en posiciones de dirección", explica Jiménez. En cuanto a la influencia de la coyuntura financiera de los últimos años, Rodríguez señala que "ha afectado especialmente a los jóvenes que la han sufrido en el inicio de su carrera". El directivo de la empresa de car-sharing distingue dos efectos de esta situación: "Por una parte, el talento que ha emigrado y ahora parece que vuelve tendrá una experiencia más internacional; y por otro lado, el freno al desarrollo profesional debido al paro ha fomentado una mayor formación". Además, Rodríguez considera que la crisis financiera ha propiciado el desarrollo de una generación más inconformista. Asimismo, Jiménez considera que la recesión económica ha llevado a los jóvenes a "cuestionarse muchas cosas, lo que ha ocasionado un cambio total de los valores empresariales".En definitiva, aunque todavía son pocos los millennials que han llegado a puestos de dirección, ya se perfilan como líderes distintos a sus antecesores, con mayores conocimientos tecnológicos que les permitirán consumar la transformación digital.