
Estudiar una carrera ya no te garantiza tener un trabajo. Esta terrible afirmación que ya es la realidad con la que conviven muchos jóvenes se ve reflejada en el aumento del desempleo juvenil que cada vez va a más en España. El peor presagio se daba a conocer el pasado mes de enero cuando este país destacó por tener la tasa de desempleo juvenil más elevada de toda la Unión Europea. Aproximadamente un 40% de las personas menores de 25 años en situación de trabajar no tenían la opción de integrarse en el mercado laboral. De esta forma, el país ibérico se situó por delante incluso de otros países mediterráneos como Grecia o Italia, donde el porcentaje de jóvenes desempleados rondaba el 33%.
Pero ¿a qué se debe esta pésima situación? Los jóvenes continúan formándose para un mercado laboral que no los contrata. Este escenario tan negativo hace que cada vez sean más los universitarios que abandonan la carrera que estudian. De hecho, actualmente lo hacen ya más de un 20% tras cursar el primer año. La falta de información con la que llegaron al campus o la diferencia entre las expectativas depositadas en el grado y la realidad de los estudios llevan a miles de estudiantes a colgar los libros en los inicios de la experiencia universitaria.
El año pasado el Ministerio de Universidades publicaba los Indicadores de Rendimiento Universitario, que daba pistas sobre el paso de estos jóvenes por las instituciones de educación superior. Según los datos obtenidos, el ámbito donde los alumnos rinden más es en la educación y el menor en informática, siendo las mujeres las que mejores resultados obtienen en todas las carreras. Otro de los indicadores que más ha llamado la atención es el de la tasa de graduación, que mide si el alumno termina la carrera en el tiempo estimado. Los datos muestran que esta tasa es del 50%, es decir, la mitad de los estudiantes no acaba el grado de cuatro años en el tiempo previsto.
En esta ecuación entra otro factor y es el arrepentimiento de algunos jóvenes por estudiar una carrera determinada. Cada vez son más los estudiantes que afirman que cambiarían de carrera si pudieran retroceder en el tiempo. Según un estudio británico, conducido por Emolument hace unos años, se indicaba que el 67% de los graduados británicos en Psicología habían asegurado que "no valió la pena". El segundo lugar lo ocupaba Bellas artes y diseño seguido de Historia, Geografía y Políticas.
Turismo y periodismo caen en picado
En España la situación no mejora demasiado y es que más de una de cada tres personas que terminaron su grado en 2014 escogería otra especialidad si volviese a empezar o directamente no iría a la universidad, concretamente un 37%. Son Turismo y Periodismo las carreras con más arrepentidos cinco años después, según la encuesta de inserción laboral de titulados universitarios que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de 2020. Cinco años antes esta cifra era del 14%, lo que permite analizar la realidad actual de muchos estudiantes.
Los estudiantes debían responder a la pregunta "¿volverías a escoger la misma titulación" y un 45% de los que terminaron hace cinco años Turismo dijeron que no. El 18% afirmó que no habría estudiado ni esa ni ninguna otra carrera universitaria. Se trata de datos relevantes que cuestionan la utilidad y eficiencia de los sistemas de educación superior que no parecen estar del todo preparados para ofrecerles a los estudiantes una formación adaptada a las necesidades del mercado laboral.
Periodismo, documentación o técnicas audiovisuales también están de capa caída ya que la mitad de los alumnos considera, cinco años después, que se equivocó. En el lado opuesto, ámbitos con tasas más bajas de arrepentimiento son Medicina, Enfermería y Matemáticas, en la que al menos el 80% de los antiguos estudiantes repetiría si pudiera volver atrás.