Ecoaula

¿Cómo será el aula del futuro en la Universidad en línea?

  • Los campus virtuales evolucionarán no por la pandemia, sino porque la educación online siempre ha evolucionado
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La actual pandemia ha propiciado un proceso de cambio acelerado en la educación. Uno de ellos es la incorporación de la educación online para resolver la imposibilidad de poder asistir presencialmente a las clases. Una vez superemos la pandemia, si se confirma la tendencia a desarrollar modelos de enseñanza híbrida en muchas universidades presenciales, como nos indican decisiones ya tomadas por instituciones reputadas, como la Universidad de Cambridge, es probable que la actual disposición de las aulas deba cambiar. Los modelos híbridos de calidad van a exigir estructuras de aula más flexibles, donde poder trabajar cómodamente en grupo, donde poder establecer actividades prácticas de interacción más directa, que no serán posibles si las aulas solo se convierten en platós televisivos con cámaras y micrófonos, como sucede en algunos casos en Norteamérica.

Ahora bien, ¿afectará ese rediseño también a las universidades online y a sus campus virtuales? Como miembro del equipo fundador de la UOC, la universidad online que ahora celebra sus primeros 25 años, he podido comprobar cómo las universidades online han sido capaces de adaptarse mucho mejor a la situación contingente que vivimos, y cómo facilitan pautas para los cambios, estructurales, que probablemente se darán después de la pandemia en la forma de proveer la educación superior.

Los campus virtuales evolucionarán no por la pandemia, sino porque la educación online siempre ha evolucionado facilitando a docentes y estudiantes modelos pedagógicos más avanzados y efectivos, apoyados en tecnologías emergentes que los permiten. Pero sí que tendrán retos inmediatos a enfrentar. Deberíamos destacar al menos dos. No cabe duda que el mayor de ellos será incorporar la vertiente práctica también en los entornos virtuales. Si el mayor obstáculo que algunos docentes y administradores encuentran en la implantación de la educación online es cómo poder afrontar el enfoque práctico de determinadas disciplinas, tenemos que centrarnos en encontrar respuesta a esta necesidad. Y quizás la hallemos en la realidad virtual.

Las experiencias de aprendizaje mediante realidad virtual nos han permitido observar cómo se pueden llevar a cabo aprendizajes prácticos que, incluso presencialmente, son difíciles de gestionar por su complejidad y/o peligrosidad, como la extinción de incendios o el pilotaje de aviones. Incorporar herramientas de realidad virtual en los campus virtuales debe permitir un salto cuántico en el tratamiento de las prácticas en la formación y en su misma evaluación.

El segundo reto se refiere a la recogida, análisis y tratamiento de los datos que se generan en los campus virtuales referidos al proceso de aprendizaje de los estudiantes. Ya hace años que se habla de analíticas de aprendizaje, pero lo cierto es que las universidades aún no han dado con la tecla adecuada para poder identificar los datos verdaderamente relevantes para el aprendizaje que se generan dentro de un aula. Se necesita una mayor alfabetización del profesorado en ciencia de datos para definir aquellos que ayuden a evaluar lo que queremos evaluar y no hacerlo a través una interpretación forzada de los datos que tenemos disponibles. Un reto importante, sin duda.

Intentando responder a la pregunta sobre el futuro de las aulas me ha venido a la menta otra: ¿Cómo se vertebrará el aprendizaje formal con todo aquello que se adquiere a través de aprendizajes informales y no formales? Las ecologías de aprendizaje de los estudiantes cada vez son más difusas, combinando inteligentemente lo formal, lo no formal y lo informal y cruzándolo con lo presencial, lo híbrido y lo online. ¿Será que el futuro no serán las aulas?

Elaborado por Albert Sangrà, Catedràtico de Educación, Universitat Oberta de Catalunya

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