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Hoy hay cole, pero mañana...no sabemos

  • Cómo gestionar en casa una educación de ida y vuelta
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A los muchos retos de las familias este curso, los padres suman uno más: cómo pueden ayudar a sus hijos a gestionar los cambios constantes en las rutinas familiares, los miedos y los nuevos encierros en casa.

Ha costado más de 6 meses que los niños puedan volver al colegio y ahora, de un día para otro, se encuentran que vuelven a tener que encerrarse en casa, no ver de nuevo a los amigos y hacer clases online.

Unida a la preocupación de las familias por los posibles contagios de sus hijos y lo complicado de conciliar esta situación con la vida laboral, cada vez se alzan más voces sobre cómo afectan estos cambios constantes a los niños en su desarrollo y, cómo pueden los padres desde casa, ayudarles a gestionar esta vuelta al cole intermitente con la que tendrán que convivir este curso.

Y es que son ya más de 2000 alumnos contagiados en toda España en los primeros 15 días de colegio. Los rebrotes de coronavirus han provocado el cierre completo de al menos 117 colegios e institutos y de 214 aulas en toda España, según informó el pasado miércoles el sindicato Stes.

El Ministerio de Sanidad está añadiendo alrededor de 8.000 casos cada día al número total de contagiados y las familias cada vez ven más claro que este curso va a ser el de estar de ida y vuelta a las aulas con cuarentenas perennes.

Según nos explica la educadora infantil y orientadora familiar, María Requelme, es importante que los padres y centros educativos compensen los tiempos que haya que estar confinados en casa y la "nueva educación" sin sonrisas ni contacto por precisamente todo lo contrario: mucho contacto y aire libre. Como ella misma nos explica: "Los niños necesitan tocarse, verse las caras, sus gestos y, por supuesto, la naturaleza, y se han quedado sin todo eso. Esto hay que compensarlo de otras formas".

A la duda de las familias sobre cómo pueden ayudar a sus hijos a gestionarlo mejor para evitar posibles cuadros de alteraciones como ansiedad, trastornos alimenticios o del sueño, estrés, apatía, etc. que ya se vieron en el anterior confinamiento en niños, María Requelme nos da algunos consejos:

1. Compensar el exceso de conectividad.

Los niños necesitan tocar, experimentar con las manos, sobre todo si hablamos de edades de infantil y primeros años de primaria. La tecnología está en su vida pero no es el método de estudio ideal.

Si tienen que asistir a clases online, o estudiar parte del temario en un pantalla, hay que evitar luego que vean más tele, jugar con el móvil, videojuegos, etc. El resto del tiempo debe de ser cero tecnológico.

Por algo los gurús de la tecnología mundial en Silicon Valley llevan a sus hijos a colegios en los que no tienen ningún tipo de pantalla. Uno de estos colegios a los que van los hijos de los creadores de la vanguardia en tecnología es el Waldorf of Peninsula. Allí no hay computadoras, ni tablets, ni teléfonos móviles hasta la secundaria. Por no haber, ni siquiera tienen calculadoras, sino sencillos ábacos de madera.

Una investigación publicada en enero de este año en la revista médica JAMA Pediatrics reveló que un tiempo mayor ante la pantalla a los dos y tres años está asociado con retrasos de los niños en alcanzar hitos de desarrollo dos años después de lo habitual.

Otros estudios relacionan el uso excesivo de móviles en adolescentes con la falta de sueño, el riesgo de depresión y hasta de suicidios.

2. En cuanto se pueda: Naturaleza.

Si tienen que guardar aislamiento y el niño no puede salir a la calle en casi dos semanas, es muy importante compensar las horas de clases online que tengan con tiempo en la naturaleza o al aire libre en cuanto se pueda. Si disponen de espacio exterior en casa, aprovechadlo al máximo con actividades fuera. Y si no existe esta posibilidad, buscad recuperar ese tiempo en la naturaleza en cuanto termine la cuarentena.

3. Mucha experimentación sensorial.

La falta de tiempo en el exterior puede equilibrarse con actividades que estimulen sus sentidos en casa. Algunas de las actividades que ayudarán a los pequeños son juegos con agua en la bañera, amasar pan, trasplantar plantas, regar, juegos a adivinar olores, pintar con las manos, hacer mezclas imposibles con todo tipo de materiales, especias o alimentos que tengan por casa.

Todos estos juegos sensoriales les estimularán a nivel sensorial y cognitivo permitiéndoles conocer de otra forma el mundo que les rodea. La experimentación y diversión sin salir de casa también es posible.

4. Juegos para detectar bloqueos emocionales en los niños.

Los niños, sobre todo si son pequeños, no siempre saben expresar sus sentimientos y emociones para decir si algo les está haciendo sentir mal, nerviosos o tristes.

Los niños son emoción a flor de piel y todo les afecta, por eso es muy importante que aprovechar distintos tipos de juegos para hablar con ellos y detectar si algo no va bien.

El momento del cuento por la noche es una ocasión ideal para trabajar las emociones y es cuando suelen estar más receptivos para hablar en un entorno de intimidad y comprensión.

También es importante que los padres tengan especial cuidado con los temas que hablan y cómo se tratan, ya que los pequeños pueden estar escuchando, aunque pensemos que no. Como nos explica María Requelme: "Muchas veces nosotros mismos estamos angustiados por las noticias que vamos escuchando y lo comentamos con la pareja o al teléfono y nuestros hijos entienden perfectamente si estamos preocupados o con miedo. Y si sus padres sienten miedo, cómo no van a sentirlo ellos".

5. La caja de juegos sorpresa.

Otra de las cosas que pueden hacer los padres, ante las más que evidentes idas y venidas del cole a casa por cuarentenas, es tener actividades e ideas preparadas para que no se

encuentren con un aislamiento de un día para otro y sin saber qué hacer 14 días en casa con los niños.

Los juegos sorpresa siempre ayudan

Tener una caja guardada con materiales o distintos recursos, que sorprendan a los niños y la novedad les saque (a ellos y a todos) del malestar de tener que volver a encerrarse en casa, ayudará mucho.

Papeles de distintas texturas, arcilla para modelar, pinzas de la ropa de madera para pintarlas, juegos de mesa nuevos, legos, recetas de cocina nuevas para hacer con ellos, rotuladores para pintar una camiseta y lucirla a la vuelta a clase... son algunas de las múltiples ideas que los padres pueden ir recopilando para sacarlas del cajón en cuanto haga falta. La previsión siempre es un aliado con los niños.

Este curso escolar no va a ser fácil, pero ser conscientes de las necesidades de los niños ayudará a toda la familia a llevar este periodo lo mejor posible.

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