
Históricamente han sido "solamente" centros de enseñanza, edificios, cunas de aprendizaje. Pero tras lo vivido con el virus y con los nuevos formatos de enseñanza, los centros educativos se han convertido en lugares en los que la colaboración y la socialización pasan a ser vitales, como complemento a la impartición de la materia, que combinará la presencia en el centro con la conexión online.
¿Y qué necesitan aquellos cuya labor es construir dichos espacios? Alguien que les enseñe y les explique, como un buen profesor, a impulsar su modelo educativo y el pleno desarrollo de su comunidad a través de un diseño adecuado y adaptado. Alguien que les ayude a hacer un uso inteligente, sostenible e inclusivo de las instalaciones.
Ahora más que nunca los entornos educativos deben tener un diseño que potencie el aprendizaje activo y ayude a mejorar los resultados académicos. Las aulas deben ser abiertas, prolongarse hacia los pasillos y el patio par dar continuidad al aprendizaje fuera de ellas. También será importante tener en cuenta aspectos dirigidos al propio bienestar: la calidad del aire, la climatización, la luz o los colores son claves en el rendimiento académico ya que condicionan el ánimo y la actitud de quienes las comparten.
Pero como para cada alumno y asignatura, la personalización es vital: lo primero que habría que hacer es un análisis de la institución que va a crear el espacio de aprendizaje para adaptarse a sus necesidades y principios de enseñanza, para manifestar su identidad a través de su infraestructura. Para ello, es fundamental, por ejemplo, involucrar a grupos de profesores, alumnos y familias en el proceso creativo.
Diseñar un mundo mejor empieza en la escuela
No podemos olvidar el cambio que están experimentando las distintas funciones para las que fueron creados los espacios educativos. A día de hoy, y no tiene que ser algo negativo, el aula ha perdido importancia como elemento central. Ahora, los centros educativos deben "respirar" las prioridades de la sociedad ("eco-friendly") y ser diseñados para optimizar la fluidez entre los distintos espacios y provocar zonas de socialización, creatividad, y enseñanza práctica: áreas de esparcimiento, biblioteca, comedor, etc. pueden ser espacios que contribuyan, a través de su diseño, a un aprendizaje integral.
La educación ha recibido un gran impulso para su transformación digital
Un estudio reciente llevado a cabo de la mano de OCDE y dirigido por Fernando Reimers, profesor de la Universidad de Harvard, concluye que sólo la mitad de los estudiantes han tenido acceso a la mayoría del contenido escolar después de la cancelación de las clases presenciales. Este hecho indica que es urgente una mejor colaboración entre centros educativos y gobiernos ante circunstancias similares que puedan ocurrir en un futuro, así como la necesidad de una mayor inversión en innovación para tener menos desigualdades entre los estudiantes. Queda claro que el sector apuesta por una educación híbrida y reclama que los centros educativos cooperen con empresas de tecnología y telecomunicaciones para evitar dicha brecha. Y para conseguir este objetivo, el diseño de las aulas es clave.
Asignatura troncal
Todos los integrantes del sector educativo tienen que estudiar y aprobar el mismo temario: construir entornos educativos flexibles, lugares de encuentro que impulsen la motivación y la creatividad; espacios pensados para el crecimiento y la evolución de la comunidad educativa. Y eso se consigue escuchando a educadores, a estudiantes y a sus familias para asegurar que el diseño de las instalaciones esté alineado con sus prioridades y expectativas.
Elaborado por Francisco Vázquez, presidente y fundador de 3g Smart Group