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Sonia Casado: "Es difícil que las niñas y jóvenes se decanten por estudios tecnológicos si no son capaces de visualizarse en ellos"

  • WiM [Women in Mobile] nace hace más de 6 años con el objetivo de visibilizar a las mujeres del sector mobile
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WiM, la comunidad de mujeres basada en Barcelona que tiene como objetivo atraer, retener, hacer visible e impulsar el liderazgo de las mujeres en el sector de la tecnología, anuncia el lanzamiento de un programa de mentoría para apoyar a las profesionales del sector tecnológico en su desarrollo profesional en colaboración con TipSchool, plataforma de edTech que guía y conecta jóvenes talentos con mentores y empresas para construir un futuro mejor. Sonia Casado, Directora de Operaciones de WiM, detalla en qué consiste esta colaboración.

¿Cuál es el objetivo con el que nace WiM?

WiM [Women in Mobile] nace hace más de 6 años con el objetivo de visibilizar a las mujeres del sector mobile, en un momento en el que en todos los eventos y posiciones de liderazgo de la industria tecnológica, apenas se veía a mujeres.

Este objetivo ha ido creciendo en estos años hasta llegar a configurar nuestra misión: atraer, retener, hacer visibles y hacer avanzar a las mujeres en la industria tecnológica. Hemos extendido el ámbito de actuación a todo el sector tecnológico, al tiempo que hemos ido adquiriendo una visión más amplia de cómo lograr la igualdad y diversidad en el sector.

¿En qué consiste el programa de mentoría que habéis lanzado?

Es un programa que las miembros de WiM llevaban mucho tiempo pidiendo y que responde a una de las premisas de nuestro objetivo como asociación. Se centra en ayudar a avanzar a las mujeres en la industria tecnológica, dotando de una mentora a las profesionales que quieren dar un paso más dentro de la industria tecnológica. Es un programa de mentoría en colaboración con Tipscool, con mentoras de alto nivel, que dura tres meses y acoge a 10 mentorizadas a las que se ayudará a elevar su carrera.

¿Qué papel tendrán las mujeres profesionales que mentorizan a las estudiantes?

Cada una de las mentorizadas tiene un objetivo diferente, si bien todos ellos se encuadran en adquirir una posición de liderazgo de tipo C (directivo) en la industria. Llegar a estas posiciones requiere partir de una base, de ahí que el programa se orientase a un tipo concreto de profesionales, y exige la participación de mentoras que puedan proporcionar las herramientas y soporte adecuados para ello. Las mentoras del programa son Alaitz Blanquer, mentora de Tipscool; Anna Buixó, Cofundadora de Jelliby; Anna Schlegel, Vicepresidenta de Netapp; Caroline Ragot, CPO en Onebox; Gemma Cernuda, CEO en Ellas Deciden; Gemma Escribano, Directora de Marketing y Relaciones Públicas en Infojobs; Helena Torras, Managing Partner en Pao Capital; Mercè Delgado, Founder, CEO & CFO de CounterGrogWise; Mireia Vila, Directora de IT en Pepsico; Susana Duran, VP Mobile and Conversational AI en Sage. Estas mentoras han sido seleccionadas, una a una, en base a su experiencia y trayectoria para responder a las necesidades de las mentorizadas. Para cada mentorizada se ha definido la mentora ideal.

¿Hacia qué público está dirigido este programa?

En este primer programa nos dirigimos a mujeres que ya tienen experiencia en la industria tecnológica y que desean adquirir una posición de liderazgo.

¿Qué requisitos deberán tener las candidatas para formar parte de WiM?

Los requisitos son, obviamente ser mujer, estar trabajando en el sector tecnológico, contar con un mínimo de 10 años trabajados -aunque no todos ellos sean en el sector- y tener claro el siguiente paso a dar. A las candidatas les pedimos que nos detallen su objetivo y motivación para poder así enlazarlas con la mentora adecuada.

Hemos recibido muchísimas solicitudes. Algunas candidaturas son de profesionales con poca experiencia en el sector, otras de mujeres que quieren introducirse en la industria tecnológica, otras de emprendedoras…

Desde el primer momento sabíamos que son muchos los tipos de necesidades a atender, pero de momento solo nos centramos en una tipología aunque queremos crear sucesivos programas específicos para ir atendiendo a diferentes perfiles.

¿Por qué hay una brecha de género tan grande en el sector tecnológico?

Primero nos remontamos a los orígenes de la escasa participación de las mujeres en el sector, que es común a muchos sectores, y que se debe, entre otras cosas, a la discriminación en el acceso a la educación, a la política y a las posiciones de liderazgo, y a la creencia de que las mujeres debían responsabilizarse únicamente del hogar y de la familia durante siglos.

Ahora hablemos del hoy. Las situaciones mencionadas siguen estando, en diferente medida, vigentes y, además, habría que preguntarse: ¿cuántas mujeres referentes históricos de la industria tecnológica somos capaces de nombrar? Muy pocas. Según el estudio «Las mujeres en los contenidos de la ESO» (2014), elaborado por Ana López-Navajas, docente de la Universidad de Valencia, las referencias femeninas en los libros de texto son apenas del 7,6%. Es difícil que las niñas y jóvenes se decanten por estudios tecnológicos si no son capaces de visualizarse en ellos. Las mujeres también están ausentes en conferencias y debates del sector. Carecemos de roles suficientes que nos muestren el camino y que normalicen la participación femenina en este ámbito.

También merece la pena explicar que los hombres en este sector a menudo disfrutan de una situación de privilegio, entendida como ese beneficio del que uno disfruta sin ser consciente de ello y que, en ocasiones, eso produce que se repitan patrones de comportamiento en sesgo de género y de diversidad. Igualmente, no me gustaría olvidar mencionar que muchos ya se han dado cuenta y están luchando activamente para lograr la participación de las mujeres.

¿Qué soluciones puede haber para reducir esta brecha?

La primera, dar visibilidad las mujeres de la industria tecnológica, que las hay. La segunda, potenciar el atractivo de los estudios tecnológicos en las niñas y jóvenes. Según un estudio publicado en la revista Science, desde los seis años las niñas se consideran menos "brillantes" que los niños de su misma edad y estas ideas preconcebidas tienen un impacto sobre las aspiraciones profesionales de las mujeres.

Otra solución sería promocionar la igualdad y la diversidad en todo tipo de posiciones dentro de la industria. Los consejos de administración que cuentan con mujeres son más innovadores y estables financieramente. De este modo, la contratación de mujeres y la atención al desarrollo de sus carreras no ha de tenerse en cuenta exclusivamente por ser una cuestión de responsabilidad social. Es un imperativo de negocio para la mejora de los resultados empresariales.

Por otro lado, y esto es válido para cualquier sector, es necesario dotar a los y las profesionales de los recursos necesarios para que desarrollen sus carreras profesionales cumpliendo en materia de conciliación familiar, de tal forma que se facilite la igualdad de género y la inclusión.

¿Qué papel juega la motivación en un programa como este?

La motivación tiene un papel clave. Para muchas mujeres avanzar en la industria tecnológica es una travesía en el desierto. La motivación nos ayuda a mantenernos ajustadas al objetivo. Las mentoras les ayudarán a crear un plan de acción y a descubrir habilidades y fortalezas que quizás aún no habían potenciado y que resultan relevantes para su carrera. La motivación es lo que permitirá a las mentorizadas transitar por el programa sacándole el máximo provecho.

¿Cómo se encuentra el sector tecnológico en la actualidad?

A efectos de la crisis derivada de la pandemia, el sector tecnológico está sufriendo cierta tensión. Pero es un sector que está acostumbrado a reinventarse continuamente, a innovar para subsistir, a proponer y aportar soluciones en las crisis por sí mismo, como hemos podido ver en diferentes equipos que han aunado fuerzas para disponer de los máximos medios posibles para combatir la pandemia.

En lo que a participación de las mujeres se refiere, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el total de mujeres empleadas en sectores de alta y media-alta tecnología (AyMAT) es actualmente de un 26%. Una cifra que dista de ser reflejo demográfico de nuestra sociedad.

De estas, solo el 4% son CEO (según el Libro Blanco de las mujeres en el ámbito digital, publicado por la Secretaría de Estado para el Avance Digital del Ministerio de Economía y Empresa), lo cual tampoco resulta muy igualitario.

Pero nos gusta siempre ver el vaso medio lleno y creo que hay entidades, como WiM; referentes del sector, como las mentoras del programa de mentoring y muchas otras; y miembros de la industria tecnológica, que cada día desde su posición aportan para cambiar la situación.

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