
En más de una docena de ciudades alemanas los estudiantes salieron a la calle por sufrir la pérdida de, aproximadamente, un millón de empleos a tiempo parcial. La crisis económica, sanitaria y social que está dejando la aparición de la Covid-19 está machacando a todos los sectores y en el universitario, muchos alumnos temen por su continuidad en las aulas.
9 de cada 10 estudiantes reciben en Alemania dinero de sus padres y más del 60% compagina su vida en la universidad con un empleo. Sin embargo, desde la aparición de la pandemia, el 40% de los estudiantes perdió su trabajo y más de una quinta parte se ve incapaz de pagar el alquiler y las facturas, teniendo que recurrir a la economía familiar o a préstamos de amigos. La reacción del Gobierno no se ha hecho esperar y ha lanzado un programa de apoyo que ofrece una combinación de subvenciones y préstamos, si los ingresos de los padres de los estudiantes se han desplomado debido a esta situación.
Según la Oficina Federal de Estadística, en las universidades alemanas están matriculados más de 300.000 estudiantes. La crisis del coronavirus se convirtió en un desafío muy particular para la mayoría de ellos: muchos tenían pequeños empleos a tiempo parcial en restaurantes o en pequeñas tiendas. Los alumnos que están especialmente afectados por la pérdida de ingresos son los del este de Europa, Asia, África y América Latina. En muchas ocasiones, los padres no tienen suficiente dinero para financiar a sus hijos en Alemania durante la crisis y hay estudiantes que ni siquiera pueden volar de regreso a sus países de origen.
El Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) también está involucrado en ayudar todo lo posible a este colectivo. Es por ello por lo que este organismo está pidiendo más recursos financieros, para poder dar a los estudiantes especialmente afectados una ayuda puente que les ayude a superar la situación.
Ayudas con intereses
Conscientes de esta situación, el ejecutivo ha comenzado a proporcionar préstamos de emergencia de hasta 650 euros al mes a los estudiantes para ayudarlos a salir de esta situación lo antes posible. Sin embargo, contiene una letra pequeña que al sector estudiantil no le ha sentado demasiado bien. Estas ayudas permanecerán sin intereses hasta finales del mes de marzo del próximo año, por lo que los universitarios se verán obligados a pagar estos préstamos durante sus estudios.