
Sin actividad, sin docentes, sin alumnos y con las puertas cerradas. Nunca las instituciones educativas permanecieron tanto tiempo sin tener actividades presenciales, evitando cualquier tipo de contacto físico. En muy pocos días todas las universidades tuvieron que adaptarse en un tiempo récord y comenzar a impartir docencia online para la que, en algunos casos, todavía no estaban preparados. Con el fin de ofrecer una visión general de la educación, la Asociación Internacional de Universidades (IAU) publicó el informe "Impacto de Covid-19 en la educación superior en todo el mundo".
Esta encuesta se realizó entre el 25 de marzo y el 17 de abril de 2020 y recibió un total de 576 respuestas de 424 universidades, además de otras instituciones de educación superior con sede en 111 países y territorios.
A pesar de que la gestión a distancia es posible, este informe indica que podría incidir de forma negativa en la calidad de las actividades que se ofrecen y, por tanto, aumentar la desigualdad. La brecha digital es uno de los problemas que ha acarreado esta crisis sanitaria, dejando a miles de estudiantes sin poder avanzar en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Una de las principales conclusiones que se sacan de este análisis es que prácticamente todos los centros educativos se han visto afectados de una forma u otra por esta crisis. De hecho, el 59% de ellos dijo que todas las actividades del campus se detuvieron y que la institución está actualmente cerrada. El cambio de la enseñanza presencial a la distancia tuvo varios desafíos difíciles de subsanar, entre los que estaban el acceso a la infraestructura técnica, las competencias y las pedagogías para el aprendizaje a distancia.
La evaluación, en el punto de mira
Todo proceso de enseñanza-aprendizaje lleva consigo una evaluación, que debe ser un feedback entre profesor y alumno. En este sentido, la evaluación a través de una pantalla produjo más de un problema, ya que no había, en principio, ningún método común. Algunas instituciones optaron por realizar exámenes tipo test con un tiempo limitado y otras empezaron a introducir ciertos mecanismos para evitar el plagio, como las cámaras.
Según este informe, un poco más de la mitad de las instituciones educativas planean realizar exámenes para este semestre según lo planeado, con el objetivo de no interrumpir el curso, a pesar de que la mayoría tendrán medidas novedosas. Sin embargo, existe una variación sustancial y es que el 80% de las instituciones en Europa planea realizar dichos exámenes, en comparación con otro continente como África, en el que los exámenes están en riesgo de cancelarse.
Movilidad internacional e investigación
La Covid-19 ha tenido un impacto en la movilidad de estudiantes internacionales en prácticamente el 90% de las universidades. A pesar de que varía de un centro a otro, el resultado de dicho impacto es, sin duda, negativo. En España, miles de estudiantes tuvieron que volver a sus lugares de origen perdiendo la oportunidad de vivir una experiencia como el Erasmus.
De cara al año que viene, la situación se presenta preocupante. Casi el 80% de los encuestados cree que esta crisis tendrá un impacto en los números de inscripción para el nuevo año académico. Además, la mitad cree que el impacto afectará no solo a los estudiantes internacionales, sino que también a los locales.
Por otra parte, hay dos pilares que sustentan la educación superior: la enseñanza y la investigación, que ya no gozaba de una buena situación antes de la llegada de la pandemia. En este sentido, el 80% de las instituciones informaron de que la crisis había afectado negativamente a este campo. El impacto más común ha sido la cancelación de viajes internacionales y la cancelación o aplazamiento de conferencias científicas. Además, los proyectos científicos corren el riesgo de no completarse en un poco más de la mitad de dichas instituciones.