
Que la ciberseguridad gana protagonismo es algo indiscutible pero aún hay sectores que no son conscientes de su importancia y de la increíble cantidad de dinero que mueven los ciberataques a nivel internacional. El cibercrimen compite ya, de igual a igual, con el narcotráfico y la venta de armas ilegales, pero tiene una ventaja sobre estos: resulta invisible a los ciudadanos salvo que les afecte directamente. Hablamos de un sector, el de la ciberdelincuencia, que ingresará seis trillones de dólares para 2021.
¿Y qué podemos hacer ante este grave problema? Por un lado, es muy importante destacar la importancia de la concienciación en temas de ciberseguridad formando a los propios equipos de trabajo ¿sabías que según un informe de Hiscox el 95% de los ataques o brechas de datos son consecuencia de un fallo humano? Por otro lado, la respuesta es sencilla: combatirlos con profesionales de ciberseguridad que puedan predecir, detener y mitigar sus ataques. En este punto nos encontramos con el primer gran problema: a día de hoy, la falta de profesionales en este sector supone un gran problema. Las previsiones apuntan a que para 2022 habrá 1,8 millones de empleos relacionados con la ciberseguridad sin cubrir en todo el mundo, 350.000 de ellos en Europa, según una encuesta del Centro para la Ciberseguridad y Educación (ISC)², cantidad que sin duda se está incrementando notablemente con los cambios que ha forzado el COVID 19 y que ya empezamos a percibir en muchos sectores. Esta falta de profesionales ya era un tema clave antes del coronavirus pero ahora es aún más importante ya que la implementación forzosa del teletrabajo ha traído una relajación de medidas de seguridad que sumado al incremento de ciberataques, es una combinación realmente peligrosa.
Cuando se piensa en ciberseguridad a todo el mundo le viene a la cabeza el perfil de un ingeniero informático pero, como describe Alberto Partida en su libro "IT Security Management. IT Securiteers - Setting up an IT Security Function", es fundamental incorporar profesionales de otros perfiles. No solo se necesitan técnicos e ingenieros, es necesario reorientar las carreras de abogados, profesionales de la información, comunicadores, arquitectos, etc. Los problemas de ciberseguridad son problemas de la sociedad y se necesita a todos los perfiles, ya que la diversidad genera riqueza en los equipos ciber.
Esta falta de profesionales actual ha generado una preocupante problemática en las organizaciones: una rotación anual del sector de la ciberseguridad de un 14%, lo que hace que todas las empresas estén continuamente "a la caza" de expertos con el coste que eso supone en tiempo, formación interna de cada organización, etc
Actualmente no hay formación prácticamente en ciberseguridad para enfrentarse al cibercrimen, un mercado que continúa poniendo en aprietos a las empresas y por eso se creó el DCNC Sciences para dar solución a este problema. No importa el tipo de empresa o el sector ya que la ciberseguridad ya afecta a todos y es necesario generar talento en ciencia de datos, analítica de datos, inteligencia artificial y machine learning. Una formación que ha pasado de ser la formación del futuro para ser ya la formación del presente, donde no existe el paro y que te abrirá las puertas del mercado laboral.
Elaborado por Santiago Moral Rubio, Fundador y codirector del DCNC Sciences de la URJC y VP de Innovación y Ciberseguridad de OpenSpring