
La precariedad laboral ya ha llegado a las universidades y se ha materializado en la figura de los docentes. La mayor parte de las universidades públicas españolas dependen cada vez más de los profesores asociados. La relación entre contratados y funcionarios se ha invertido en los últimos años, de manera que el personal laboral ya que mayoría en los centros y, como consecuencia, las plantillas se están envejeciendo.
El perfil del asociado se creó en la Ley Orgánica de Universidades (2001) como una vía para que todo tipo de profesionales aportaran en la formación universitaria. No obstante, lo que al principio parecía ser una oportunidad para el mundo académico, se convirtió en un recurso del que se ha abusado en exceso, corrompiendo su naturaleza para convertirse en un profesor "low cost" que saca adelante una gran cantidad de docencia por muy poco dinero.
La Universidad Rovira i Virgili ha comenzado el año 2020 liderando el ranking de universidades con más profesores asociados. Concretamente, el 55% de la plantilla del Personal Docente e Investigador pertenece al grupo de profesor asociado, lo que se convierte en 962 docentes asociados de los 1.735 profesores de la plantilla. El centro rebaja al 36% las horas de docencia de este sector. Según las cifras relativas al curso 2017-18 del Ministerio de Educación, la URV supera el 24% de la media de centros de España.
El profesor asociado ha pasado de tener un trabajo estable a jornada completa y complementarlo con las horas como docente en la universidad, a vivir únicamente de las clases. La rectora María José Figueras admite el abuso que se ha hecho de estos contratos, pero admite que "no había más remedio", ya que era la única vía en los años en los que no se podían reponer plazas si había bajas o jubilaciones.
Lo preocupante es la gran diferencia salarial. Las tablas salariales de la URV muestran que un catedrático percibe unos 45.000 euros anuales, ya que la cantidad final depende de un sinfín de complementos. Un asociado a 12 horas percibe unos 8.000 al año: alrededor de 580 al mes.
Tras varias demandas y sentencias favorables al trabajor, los docentes afectados, apoyados por UGT tienen pensado seguir denunciando esta crítica situación con el fin de conseguir un contrato laboral con pleno derecho.