Cómo se hace un plan de negocio? ¿Es importante disponer de uno para que una empresa tenga éxito? ¿Cuáles son las mejores plataformas para vender por Internet? ¿Basta con tener una buena idea? ¿Cómo se consigue financiación? Estas son algunas de las preguntas básicas que se hacen los emprendedores antes de lanzar su propio negocio. Pero muchos no llegan a obtener las respuestas adecuadas, ya que dos de cada tres autónomos lo son por necesidad, según un Informe sobre autónomosy/o freelances eleborado por la consultora Adecco y el portal de empleo Infoempleo.
Esto se traduce en el hecho de que muchos emprendedores lanzan su negocio sin la suficiente preparación y carentes de la formación mínima imprescindible.
Y eso a pesar de que más de la mitad de los encuestados (el 53 por ciento) dice contar con una carrera universitaria o formación superior. "La formación universitaria es el lugar donde se deberían ofrecer respuestas a las preguntas claves del emprendimiento y soluciones que mejoren las tasas de fracaso de las startups", asegura Pablo Rivas, CEO y fundador de la universidad a distancia Global Alumni.
Formación específica
Sin embargo, la tendencia entre los jóvenes es despreciar este tipo de formación más regular. Las nuevas generaciones no ven como un requisito indispensable conseguir un título para emprender, según el sondeo de Trivu: solo un 14 por ciento tiene como objetivo inamovible terminar sus estudios antes de montar una empresa.
En ese sentido, se aprecia cierta desconexión con las instituciones de enseñanza tradicionales y son necesarios profesores con más experiencia real. De esta forma, el 52 por ciento considera importante que los profesores de universidad estén activos en el mundo profesional, el 81 por ciento quiere tener asignaturas que puedan aplicarse al puesto laboral que vaya a tener y el 67 por ciento quiere "aprender cómo es el mundo real, no el de la Universidad", señalan los estudiantes consultados.
Pese a esta visión de los más jóvenes, los expertos insisten en la importancia de contar con una formación adecuada antes de lanzar un negocio. "Muchos emprendedores fracasan en sus proyectos por no contar con la formación adecuada", apunta en este sentido Óscar Fuente, director de IEBS.
"Es fundamental que antes de lanzarnos a emprender un negocio dispongamos de conocimientos adecuados del sector que nos permitan avanzar con el proyecto, hacer frente a posibles adversidades y nos aporte las herramientas necesarias para resolver cualquier inconveniente", apunta el experto. "Algo que solo podremos tener si contamos con la formación en cursos especializados", concluye.
Una idea que comparten en la escuela de negocios Level Up, especializada en pymes y autónomos. "Tengas la edad que tengas, la clave para que tu negocio funcione es aprender, aprender y aprender", apuntan. "Puedes arrancar antes y aprender después, o aprender antes y arrancar con experiencia. Lo primero te llevará a la ruina; lo segundo te ayudará a triunfar", resumen.
"Tu negocio solamente podrá llegar hasta el nivel de capacidades que tú tengas. La competencia es feroz y el cliente tiene muchas oportunidades donde escoger. Necesitas aprender y entender cómo escucharlo, cómo captarlo, entenderlo y fidelizarlo. Si esperas arrancar, y aprender de la experiencia, pronto te darás cuenta de que lo poco que tienes en tu cuenta bancaria se esfuma. Asegúrate de que sales al mercado con el aprendizaje adecuado", finalizan.
Parece claro que la formación es importante, pero ¿cuáles son las ramas más importantes? Lo primero y lo principal es aprender a diseñar un plan de negocio o business plan. Se trata de un documento que recoge minuciosamente la descripción del concepto del negocio, su entorno, sus clientes, la estrategia y su viabilidad financiera.
"Es el GPS de tu negocio: te marca las directrices para llegar a tu destino, los pasos que debes dar para conseguir tus objetivos", explican desde la tienda virtual de aprendizaje y enseñanza global online Udemy.
También es importante contar con nociones básicas sobre contabilidad y finanzas. El buen funcionamiento de cualquier negocio depende de este aspecto. Además, disponer de la contabilidad correcta da información clave para tomar decisiones las deciones más adecuadas.
Acceso a la financiación
La contabilidad no solo tiene un valor interno, sino que además también juega un papel vital a la hora de relacionarse con la banca, con posibles inversores...
Y este es, precisamente, otro de los campos en los que es importante formarse: el acceso a la financiación y la relación con inversores. La forma de financiarse de las empresas ha evolucionado mucho en los últimos años, disminuyendo el peso de la financiación tradicional —la procedente de la banca— y aumentando las formas alternativas, como puede ser el crowdfunding, el crowdlending...Un sector que, pese a su evolución, todavía tiene mucho camino por recorrer en nuestro país.
Otras fórmulas de acceso a financiación, como pueden ser las rondas de inversión, requieren unos conocimientos que no todo el mundo tiene, por lo que también es necesario recibir formación en este campo.
Las nuevas tecnologías y su rápida evolución también es un aspecto en el que los nuevos emprendedores deben recibir formación, y no de forma puntual, sino de manera continuada.
Por un lado, es necesario conocer los nuevos modelos de negocio y las nuevas tendencias que se generan gracias a Internet, a nuevos productos tecnológicos o nuevas formas de consumo.
Pero, además, es necesario conocer las nuevas plataformas en las que se hacen los negocios, como puede ser Amazon, otras menos importantes en España como Alibaba, o las propias tiendas online que desarrollan los distintos comercios, y que en los últimos tiempos se han convertido en una vía de ingresos vital para muchas compañías.
Menor índice de fracaso
Uno de los colectivos que más ha apostado por la formación es el de las mujeres que buscan emprender. El ecosistema startup cada vez acoge a más profesionales femeninas. Por primera vez, crece el porcentaje de mujeres fundadoras de startups en España, que se sitúa en un 22 por ciento frente al 18 por ciento de 2017, según un informe de South Summit 2018.
Además, las startups lideradas por mujeres tienen menor índice de fracaso (22 por ciento frente al 51 por ciento de proyectos que tienen a hombres al frente) y sobre todo están enfocadas en emprender en el sector de la educación.
Aunque la presencia masculina sigue siendo superior dentro de las empresas tecnológicas emergentes, existe una mayor inquietud por parte de las mujeres en formarse para trabajar o montar su propia startup y así se refleja en el último estudio realizado por la escuela de negocios ThePowerMBA.
Desde su comienzo en octubre de 2017, se ha duplicado el número de mujeres matriculadas en el programa de negocios online.
Del total de las alumnas, casi la mitad ha decidido formarse con el objetivo de emprender y montar su propia empresa, un dato positivo teniendo en cuenta que la mayoría de empresas que surgen en España están lideradas por hombres. Por otro lado, el 22 por ciento pretende hacer crecer su empresa, el 19 por ciento sigue formándose para progresar en su trabajo actual y el resto, lo hace para liderar proyectos dentro la empresa para la que trabajan.
Asalariados
Más allá de los negocios por cuenta propia, la formación recibida también puede tener un valor de cara a conseguir un empleo en otra empresa. Nadie puede garantizar un empleo solo por haber estudiado un máster, pero contar con una buena formación puede abrir las puertas del mercado laboral. Muchos estudiantes toman la decisión de matricularse en estos estudios, entre otras cosas, por la mejora del puesto de trabajo y salario (49 por ciento) o el acceso al mercado laboral (39 por ciento), según IMF Business School.
La tasa de paro entre las personas con estudios superiores es del 8,2 por ciento, una cifra casi seis puntos por debajo de la tasa general (14 por ciento), según los últimos datos de la EPA.