
Las subidas en el rendimiento de los bonos de la zona euro y la apreciación del euro es una reacción natural al sólido rendimiento económico de la eurozona y no un endurecimiento injustificado de las condiciones de financiación en el mercado, asegura uno de los responsables del Banco Central Europeo, Vitas Vasiliauskas. Además, el economista lituano ha descartado que el programa de estímulos (QE por sus siglas en inglés) acabe de forma repentina.
Los riesgos de desviación en las previsiones de crecimiento se inclinan al alza, así que conviene que el BCE reformule las perspectivas sobre su política monetaria futura, con el fin de reducir el énfasis en la compra de bonos y ampliar su visión al abanico completo de instrumentos que posee, dijo Vasiliauskas, presidente del Banco Central de Lituania, en una entrevista con Reuters.
Los comentarios sugieren que Vasiliauskas no cree que los crecientes rendimientos de la deuda y la apreciación del euro como obstáculos para continuar reduciendo los estímulos, aun cuando los responsables han apuntado al tipo de cambio como una fuente clave de riesgo.
"En cuanto al tipo de cambio, es una reacción bastante normal... es el resultado de una economía de la Eurozona fuerte", dijo Vasiliauskas. "La economía está mejorando y los mercados esperan una inflación más alta a medio plazo".
"Personalmente, no he visto un endurecimiento injustificado (de las condiciones de financiación)" añadió Vasiliauskas.
Los mercados prevén que el BCE cierre su programa de compra de bonos de 2.550 millones de euros a finales de este año, pero el presidente del BCE, Mario Draghi, ha avisado de que un endurecimiento "injustificado" de las condiciones financieras podría llevar al banco a reconsiderar sus decisiones.
La flexibilización cuantitativa del BCE, lanzada hace tres años, ha permitido reactivar el crecimiento y la inflación del bloque. Sin embargo, el programa continúa en vigor y un creciente número de responsables de política monetaria han dicho que quizá sea necesario terminar con las compras de activos al considerar que el crecimiento ya es autosuficiente.
Como siguiente medida de cara a la finalización del programa, el BCE podría revisar su llamada orientación futura (en inglés, "forward guidance"), que estipula que la compra continuará hasta que haya una subida sostenida de la inflación.
Sin embargo, a medida que desciende la potencia de las nuevas compras de bonos, algunas voces han argumentado que el BCE debería establecer que utilizará todos sus instrumentos de política monetaria y no solo la compra de bonos con el fin de elevar la inflación.
Al preguntársele si apoyaría dicho cambio en la orientación, Vasiliauskas respondió: "Claro, claro". "Yo siempre he sido partidario de utilizar el abanico completo de instrumentos, en lugar de concentrarse solo en una parte de las medidas no convencionales de la política monetaria, como el programa de compra de activos", añadió.
El BCE ha asegurado que los debates sobre el cambio de orientación podrían empezar "a principios" de 2018, pero los responsables han dicho que esto todavía no ha sucedido.
Una vez el BCE esté preparado para poner fin a las compras, que ahora mismo están en un nivel de 30.000 millones de euros al mes, estas deberían reducirse de forma gradual, y no de golpe, para así evitar el riesgo de que el banco tenga que dar marcha atrás a la medida, sostiene Vasiliauskas.
Nadie espera una parada repentina
"Nadie espera un escenario en el que haya un fin repentino del programa. Especialmente teniendo en cuenta la experiencia de otros bancos centrales. No es aconsejable tomar pasos hacia delante y luego hacia atrás, así que deberíamos ser cautelosos al tomar una decisión", añadió Vasiliauskas.
Esta opinión se contrapone a la de Ardo Hansson, gobernador del Banco de Estonia, que dejó en el aire la posibilidad de acabar de forma repentina con el programa de estímulos.
De cara a las nuevas proyecciones económicas del equipo del BCE previstas para el 8 de marzo, Vasiliauskas dijo que, en general, el crecimiento y la inflación continuaban marchando al igual que lo delineado en las previsiones de diciembre.