La CNMV, junto con el Banco de España, vuelve a advertir sobre el peligro de las criptomonedas en general y el bitcoin en concreto. "Estas criptomonedas no están respaldadas por un banco central y otras autoridades públicas", recuerda la entidad en un comunicado, dirigido a inversores y a usuarios financieros minoristas.
Ante las últimas noticias que han aparecido en las últimas semanas sobre actuaciones de captación de fondos de inversores para financiar proyectos a través de 'Ofertas Iniciales de Criptomonedas' o ICOs, ambos organismos advierten que, hasta la fecha, ninguna emisión de criptomonedas ni ninguna ICO ha sido registrada, autorizada o verificada por ningún organismo supervisor en España.
"Esto implica que no existen criptomonedas ni tokens emitidos en ICOs cuya adquisición o tenencia en España pueda beneficiarse de ninguna de las garantías o protecciones previstas en la normativa relativa a productos bancarios o de inversión", insiste el comunicado. Hay que recordar que hace unas semanas la CNMV ya recomendó a los minoristas no comprar bitcoins.
Inversión de riesgo
"La CNMV y el Banco de España tienen como prioridad ofrecer información al público para que inversores y usuarios de servicios financieros estén en condiciones de afrontar con confianza la creciente complejidad del entorno financiero. En consecuiencia, ambas autoridades creen oportuno publicar este comunicado", explican. "Es esencial considerar todos los riesgos asociados, y en este tipo de inversiones existe un alto riesgo de pérdida o fraude", concluyen.
En concreto, recomiendan tener en cuenta una serie de consideraciones:
1. Espacio no regulado
Las criptomonedas y los distintos actores implicados en su comercialización no están regulados en la UE, lo que significa que si una persona compra o mantiene criptomonedas no se beneficia de las garantías y salvaguardas asociadas a los productos financieros regulados. Además, según su estructura o el lugar de residencia de sus emisores, podrían no estar sujetos a regulación.
2. Carácter transfronterizo
En muchas ocasiones, los distintos actores implicados en la emisión, custoria y comercialización de criptomonedas no se encuentran en España, por lo que la resolución de cualquier conflicto podría quedar fuera del ámbito competencial de las autoridades españolas.
3. Elevado riesgo de pérdida del capital invertido
Carecen de valor intrínseco, por lo que se convierten en inversiones altamente especulativas. Su fuerte dependencia de tecnologías poco consolidadas no excluye la posibilidad de fallos operativos y amenazas cibernéticas que podrían suponer su indisponibilidad temporal o incluso la pérdida total de lo invertido.
4. Problemas de liquidez y volatilidad
La ausencia de mercados equiparables a los mercados de valores organizados y regulados puede dificultar la venta de criptomonedas. Sus propietarios puede no disponer de opciones en el momento deseado para convertir en moneda convencional sus criptomonedas o recuperar su inversión. Y cuando existe la posibilidad de vender estos activos puede haber falta de transparencia en relación con las comisiones aplicables y además su precio suele sufrir fuertes oscilaciones sin causa objetiva aparente.
5. Información inadecuada
En el caso de las ICOs, la información que se pone a disposición de los inversores no suele estar auditada y, con frecuencia, resulta incompleta. Enfatiza los beneficios potenciales y minimiza los riesgos.