Divisas

Depreciar la divisa ha dejado de ser la panacea que 'cura' todos los males económicos

  • El efecto del tipo de cambio sobre las exportaciones se ha reducido a la mitad

La depreciación de la divisa solía ser un movimiento positivo para economías cuyos tejidos productivos habían perdido competitividad o para países que presentaban un estancamiento de la producción y de sus precios. Sin embargo, parece que el tipo de cambio ha perdido parte de la influencia que tuvo en su día.

Como explican desde Bloomberg, un buen ejemplo de este cambio es Japón. El yen ha perdido alrededor de un 28% respecto al dólar desde 2014, y aún así las exportaciones del país nipón a EEUU han caído un 10% durante ese periodo. 

Otro caso similar es el del Reino Unido, donde la libra se ha depreaciado un 19% frente al dólar desde 2009, lo que no ha impedido que los envíos a EEUU hayan disminuido en un 26% desde ese año. 

Según un estudio de Goldman Sachs, la influencia del tipo de cambio sobre el comercio se ha reducido a la mitad en los últimos años en las grandes economías. "Si usted es un banquero central, seguro que está prestando atención al tipo de cambio de divisas, pero las economías desarrolladas no están reaccionando a las políticas de depreciación como solían hacerlo antes", asegura Philippe Bonnefoy, fundador del hedge fund Eleuthera Capital, en declaraciones a Bloomberg. 

El efecto del tipo de cambio

Desde 1990, una caída del 10% del tipo de cambio real (tiene en cuenta la inflación) en una divisa de un país desarrollado, significa un incremento de las exportaciones de sólo el 0,6% del producto interior bruto. Este mismo movimiento suponía un incremento de las exportaciones del 1,3% del PIB en los años 70 y los años 80. 

Jari Stehn, el analista que ha dirigido la investigación de Goldman Sachs, señala que "los tipos de cambio han mostrado movimientos fuera de lugar en los últimos años, y la mayoría de los modelos macroeconómicos sugieren que esos movimiento deberían haber tenido fuertes efectos sobre el crecimiento".

Pero esto no ha ocurrido en las economías desarrolladas: "La reciente experiencia pone esta teoría en duda. Las exportaciones han sido menos sensibles al tipo de cambio en este periodo, mientras que las importaciones tampoco han mostrado una respuesta significante al tipo de cambio", concluye el experto de Goldman Sachs.

Aún así, Mansoor Mohi.uddin, estratega de Royal Bank of Scotland, comenta que "los tipos de cambio aún pueden jugar un rol importante, pero necesitan que las empresas y los inversores puedan creer en un tipo de cambio estable en lugar de temporal". 

Las empresas y los inversores necesitan certeza, una estabilidad determinada que les permita realizar inversiones que no van a fracasar por un cambio repentino en el 'precio' de la divisa del país en el que están invirtiendo.

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