
El Banco Central Europeo (BCE) no se cansa de repetir que su principal objetivo es mantener bajo control la inflación. Lo ha vuelto a reiterar hoy en su boletín mensual. Pero el mercado, sigue pensando que no le quedará más remedio que bajar los tipos por la desaceleración de la economía europea, lo que provoca que el euro no cese de caer.
La moneda única ha llegado a tocar hoy un mínimo de 1,3882 dólares, el nivel más bajo desde el18 de septiembre del año pasado. Según Lutz Karpowitz, estratega de divisas de Commerzbank, el euro (EURUSD) va camino de retroceder en los próximos días hasta los 1,3830, un nivel de resistencia que podría provocar que se ejecuten ordenes automáticas de venta del dólar.
El euro ha perdido un 13% desde su récord del 15 de julio, cuando alcanzó 1,6038 dólares.
Diferencial de tipos
Los analistas coinciden en señalar que el euro se está viendo dañado en su lucha contra el dólar por la debilidad que está mostrando la economía europea, lo que provocará que al BCE no le quede más remedio que rebajar el precio del dinero. Justo lo contrario de lo que puede ocurrir en Estados Unidos, por lo que el diferencial de tipos entre ambas monedas se estrecha favoreciendo al billete verde.
Los economistas consultados por Bloomberg esperan una bajada de tasas en la zona euro de un cuarto de punto, hasta el 4%, en el primer trimestre de 2009. Mientras que apuestan por un aumento de tipos de la misma magnitud, hasta el 2,25%, en Estados Unidos.
"Los fuertes movimientos del euro contra el dólar son el resultado de expectativas de que, a corto plazo, la Reserva Federal estadounidense aumentará sus tasas y que el Banco Central (europeo) las rebajará", resume a France Press Terry Belkas, de DailyFX. "En todo caso, ciertas señales permiten entrever que estos cambios entre las tasas de interés no deberían tener lugar antes de 2009, y una vez que el mercado las haya asimilado, la relación euro-dólar puede volver a subir", agregó la estratega.
Peores perspectivas
Las previsiones económicas provisionales de otoño de la Comisión Europea alimentaron los temores sobre la economía de la región: los quince países de la zona del euro debería tener este año un crecimiento de 1,3%, frente al 1,7% que la comisión preveía en abril.
"La bajada del euro ante el dólar refleja una tendencia más general observada desde mediados de julio, la de una desaceleración económica en Europa. El nuevo elemento reside en la posibilidad considerada a partir de ahora de que la zona del euro pueda entrar en recesión", indica Jay Brisen, de Wachovia.
El contexto era más favorable a un fortalecemiento del dólar, según John Kicklighter, de DailyFX, con "los precios del petróleo acercándose a los cien dólares en Nueva York" y una disminución de los temores que rodeaban los organismos de refinanciación hipotecario.