
Imparable dólar. El ritmo de la moneda de Estados Unidos recuerda al de un gran ciclista que se enfrenta al Tourmalet en el Tour de Francia. Sin prisa pero sin pausa, sigue su ascensión imparable a pesar de las dificultades económicas que se le presentan. Nadie le ha seguido el ritmo, ni siquiera el yen -la otra moneda refugio por excelencia- que parece atravesar una pájara de campeonato.
Los números hablan por sí solos de la musculatura del billete verde. El Dolar Index, que mide la cotización del dólar frente a euro, yen, libra esterlina, franco suizo, dolar canadiense y corona sueca, ha ascendido hoy hasta los 88,490 puntos, el nivel más alto desde abril de 2006.
A medida que la tormenta económica ha avanzado y los problemas financieros se resisten a remitir, el dólar ha ido ganando fuerza como la moneda preferida por los inversores. Según Geoffrey Yu, estratega de UBS en Londres, "ahora mismo no hay alternativas al dólar" como moneda refugio. "Los inversores ven el colapso de todo el mundo y ni siquiera el yen es seguro", añade.
Nada puede con el dólar
Las malísimas cifras revisadas del tercer trimestre del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos publicados hoy no han podido arrugar a la divisa del país.
"Estas cifras son horribles", ha señalado a Reuters Matt Esteve, operador de monedas con Tempus Consulting en Washington. "Esto muestra el débil estado de la mayor economía del mundo. Esto tiene que impulsar la aversión al riesgo y sostendrá al dólar, particularmente contra el euro", agregó.
Para Adnan Akant, jefe cambiario de Fischer Francis Trees & Watts, que gestiona fondos de 29.000 millones de dólares, "nos encontramos en el centro del huracán" económico. Apunta a Bloomberg que la economía "está cayendo más rápido que nunca, lo que hace esperar que el dólar se fortalezca".
El dólar estadounidense es la divisa que mejor se ha comportado de entre las 10 más negociadas en el mercado mundial en lo que va de año. Se aprecia un 13,21% frente al dólar neozelandés desde el 1 de enero; un 12,63% respecto a la corona sueca; un 9,01% en comparación con la corona danesa; un 8,9% respecto al euro y un 7,22% con el yen.