La compañía obtuvo una facturación de 535,1 millones de euros, un 1,1% más respecto a los 529 millones que había ingresado el año anterior. Del total de ventas, 343,6 millones de euros corresponden a los ingresos generados por las filiales del grupo en España, mientras 191,5 millones proceden de las ubicadas en mercados exteriores, como Estados Unidos, México, Australia, Francia y Chile.
Freixenet da muestras de solidez financiera a la espera de la oferta de compra del grupo alemán Henkell. El líder del cava cerró en abril su último ejercicio fiscal con un beneficio de 8,4 millones de euros, lo que supone un 270% más que un año antes.
La empresa presenta así una cifras muy positivas a la espera de que Henkell concrete sus planes. La compañía vitivinícola alemana quiere plenas garantías de seguridad jurídica para comprar Freixenet, condicionando la operación a que la compañía siga dentro del marco de la Unión Europea, ya que si Cataluña se independizara supondría tener que trasladar no sólo la sede social, sino posiblemente también la fiscal. El presidente de Freixenet, José Luis Bonet, ha defendido siempre la unidad de España, rechazando de forma tajante la independencia de Cataluña.
Principio de acuerdo
Tal y como adelantó elEconomista el pasado 16 de septiembre, Henkell llegó ya a un principio de acuerdo con la familia Ferrer, titular del 42% del capital del gigante del cava, para comprar juntos el 58% que se reparten a partes iguales las otras dos ramas presentes en el accionariado, los Bonet y los Hevia. Es una operación, que, en el caso de que llegara a cerrarse, podría superar los 550 millones de euros y pondría fin a la batalla abierta desde hace tiempo en el capital. Henkell es propietario ya en España de Cavas Hill, un pequeño productor que era propiedad de Nueva Rumasa.