
El Corte Inglés está a un paso de cerrar de forma definitiva la venta de su filial Informática. El gigante español del comercio ha recibido dos ofertas por un impote de entre 350 y 370 millones de euros por la firma. Una es de la compañía francesa Groupe Français d'Informatique (GFI), una firma de ingeniería vinculada al grupo catarí Mannai Corporation y que está presidida por Vincent Rouaix. Y la otra del fondo de capital riesgo HIG Capital, propietaria en España también de la cadena Café y Té.
Fuentes de El Corte Inglés han admitido hoy que durante una reunión del consejo de administración se han analizado las dos ofertas y se ha dado mandato al consejero delegado, Victor del Pozo, para cerrar la operación con una de las dos firmas. El acuerdo podría quedar concretado así antes de final del ejercicio fiscal de la empresa, el próximo 28 de febrero, con lo que el gigante del comercio que preside Marta Álvarez se desprenderá de la totalidad del capital.
Aunque todavía no hay una decisión tomado, GFI se perfila, en cualquier caso, como favorita. El año pasado alcanzó el año pasado una facturación de 1.394 millones de euros, un 23 por ciento más que el ejercicio anterior, y tiene 19.000 empleados empleados en plantilla.
La tercera filial en importancia
La división de Informática, la tercera en importancia de la compañía, redujo sus ventas un 4,66% en el último ejercicio, hasta 703 millones de euros. El resultado bruto de explotación (Ebitda) de esta sociedad creció, por su parte, un 7,2%, hasta los 35 millones de euros. En los últimos meses, El Corte Inglés ha estado estudiando también otras desinversiones, como la de la filial de Viajes o la de Seguros, para seguir reduciendo deuda, aunque estas operaciones están, en principio, paralizadas.
El grupo ha paralizado igualmente la venta de 95 activos inmobiliarios, que había encargado a PwC. En su lugar, ha acorado gestionarlos de forma directa y darles más valor con la creación de una nueva unidad de negocio especializada en este sector. El Corte Inglés tenía previsto ingresar en un principio entre 1.500 y 2.000 millones por estos activos, pero ninguna de las ofertas alcanzó el importe esperado.