Distribución

Consum implanta en sus tiendas etiquetas digitales

  • La cooperativa prueba dispositivos que interactúan con los clientes

Etiquetas que cambian de precio desde un ordenador, que se iluminan para guiar al cliente hacia el producto que busca o que le aportan información adicional a través de la aplicación del smartphone. Es la innovación en retail que ya está implantando Consum, que cuenta con un total de cinco supermercados -a modo de programa piloto- dotados con estos novedosos dispositivos inteligentes. Los establecimientos, según detalla Nuria Enríquez, ejecutiva responsable de la implantación de las etiquetas digitales en la cooperativa, se encuentran en Valencia (Ruzafa, Alcàsser y Godella), Alicante (San Juan-Mutxamel) y Tarragona. En todos ellos la intención es recurrir a los dispositivos para marcar el precio de todos y cada uno de los productos que se ofertan. La gran mayoría de las etiquetas ya lucen en las estanterías, si bien no están habilitadas todavía todas las funcionalidades que podrán ofrecer en el futuro, según explica la dirigente.

"Actualmente, en el supermercado de la calle Sueca de Ruzafa, por ejemplo, la tecnología está implantada en las secciones de alimentación y no alimentación, con etiquetas de diseño estándar. También en el horno. Pero se extenderá a todos los productos, también a los frescos. Estamos perfilando el modelo que se va a utilizar en este caso, porque en determinadas secciones se requiere información adicional y serán etiquetas diferentes, más completas. Se trata de un proceso lento y bastante costoso hasta que consigamos que la tienda al completo disponga de esta herramienta", explica la dirigente de Consum.

Los objetivos de su implantación son tres, según expone. Por un lado, la "integración y verificación de toda la información comercial". "Esta tecnología permite lograr un cien por cien de corrección en los precios de los productos. Aquí no cabe el error humano, ni un problema con la impresora... Con estas etiquetas se pone fin a un proceso muy tedioso y manual", augura, puesto que será la central de la cooperativa la que generará y cambiará los precios de forma automatizada, rápida y fiable.

Nuria Enríquez. EE

En segundo lugar se encuentra el "valor añadido" que se le ofrece a los consumidores respecto a las etiquetas convencionales de papel. "Las etiquetas digitales permiten ofrecer información adicional de interés para el cliente. Por ejemplo, en materia de alérgenos, la etiqueta permitirá interactuar, el cliente podrá activar un cambio de luz en la etiquetas para identificar el producto en función de sus intolerancias a través de una app. Y no solo este uso concreto. Los clientes, mediante un código QR que aparecerá en la micropantalla, también podrán ver en sus dispositivos móviles fotos del producto, posibles recetas...", explica Enríquez, que detalla que "las etiquetas cambian de color, se ponen con el fondo amarillo, y además cuentan con la posibilidad de emitir hasta ocho luces distintas". Otros usos en esta línea serán la identificación de la ubicación de los productos -mostrada en un mapa del supermercado a través del teléfono móvil del cliente- o la vinculación de la herramienta con la tienda online, que permitirá confeccionar la compra a domicilio desde el propio supermercado.

Por último, las etiquetas digitales cuentan con la ventaja de que, en línea de los beneficios para el cliente, facilitan también la gestión en el punto de venta por parte de los trabajadores. "La tienda tiene pantallas con información sobre su stock. Y cuando quieran los empleados, en horas de no apertura, el sistema encenderá las etiquetas para revisar productos concretos, para facilitar la confección de ofertas o novedades... Esto será en horas de no apertura, servirá para el personal", indica.

Entre 5 y 6 euros por unidad

Las tiendas más grandes de Consum, como las seleccionadas para el proyecto, tienen alrededor de 10.000 referencias, de modo que contarán con 10.000 etiquetas de este tipo. Las elegidas por Consum tienen un precio de entre 5 y 6 euros por unidad, a excepción de las requeridas para productos concretos con mayor información sobre el producto. ¿Será un coste o un ahorro? "Obviamente el papel cuesta menos, aunque es cierto que el sistema supone un ahorro en tiempo del personal. Los trabajadores de las tiendas con etiquetas digitales están realmente contentos", afirma Nuria Enríquez. En caso de implantar esta tecnología en todas sus tiendas Consum se situaría a la vanguardia en el etiquetado digital. Tan solo MediaMarkt ha desplegado un sistema parecido, aunque en su caso se trata de etiquetas más primitivas que permiten modificar el precio pero no interactuar con ellas.

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