El nombre de Joao Felix ya está grabado en la historia del Atlético de Madrid al convertirse en el jugador más caro de su historia, comprado al Benfica por 126 millones de euros. También en el club lisboeta, que gracias a esta operación conseguirá unos ingresos que jamás había conocido hasta el momento y que abrirán, al menos en lo económico, una nueva etapa para las 'Águilas'.
La mayor venta de los 115 años de historia del Benfica supone un importante espaldarazo económico: constituye casi el 60% de los 206 millones de euros de ingresos totales del ejercicio 17/18. O lo que es lo mismo: en un solo día ingresará más de la mitad que en los 365 del pasado curso. Y puede que haga de la temporada 19/20 la de los mayores ingresos de la entidad superando los 253 millones de euros de hace dos años. Palabras mayores.
Este movimiento también modificará, previsiblemente, dos máximos del club: el de ganancias por traspasos (importante en un equipo tradicionalmente vendedor) y el de beneficios anuales, conseguidos en el curso 2016/2017 y de 123 y 44 millones de euros, respectivamente.
La venta de Joao Felix será un importante apoyo económico para una entidad que se encuentra en pleno proceso de reducción de deuda. Tras alcanzar su máximo en 2016 con 455 millones de euros, las dos últimas temporadas han sido claves para bajar esa cantidad a los 398. Todo indica que el curso 18/19 reducirá aún más esta cifra.
La histórica operación también ha repercutido positivamente sus resultados en la Bolsa de Lisboa. El equipo de la capital ha aumentado un 5% desde que, a mediados de junio, se intensificasen los rumores acerca de la contratación del jugador por el Atlético.
Con esta subida en el parqué, el Benfica trata de dejar atrás un episodio que supuso un duro golpe en lo económico: la caída en 2014 de Banco Espirito Santo, principal financiador de la entidad y propietaria de casi el 8% de sus acciones. La crisis del banco supuso una caída del 70% del valor de las acciones, perdiendo ese valor de 2,8 euros por participación que, solo cinco años después, ha podido superar.
Bajo la nueva denominación de Novo Banco, Espirito Santo mantuvo su participación en el Benfica hasta 2017, cuando lo vendió por casi dos millones de euros. Fue justo después de que que el Benfica acumulase su mayor nivel de deuda. Y dos años después, el club lisboeta hará historia en sus cuentas.