El Real Madrid se ha erigido, antes incluso de que empezase, como el actor más destacado del mercado de fichajes de verano. A falta de unos días para que comience de manera oficial el periodo de inscripción, el club blanco ha fichado a Eder Militao, Rodrygo, Eden Hazard, Luka Jovic y Ferland Mendy, además de la joven promesa japonesa Takefusa Kubo. Un desembolso de 300 millones de euros que obliga también a pensar en el aspecto de las salidas, en el que la entidad madridista ya ha asumido que tendrá que hacer sacrificios.
El coste de oportunidad, concepto económico que acuñó el economista Friedrich von Wieser a comienzos del siglo XX, hace referencia al valor de aquello a lo que se renuncia al tomar una decisión. Algo que el Real Madrid conoce ya en este movido verano en el que se ha sumergido y que le obligará a prescindir de varios de sus valores de futuro para pensar un poco más en el presente. Es decir, la vuelta a los títulos después de un curso para olvidar.
Dos son los nombres propios que aparecen tras esta premisa. El primero, un Marcos Llorente que se ha marchado al Atlético de Madrid por unos 40 millones de euros. Confirmado como una de las joyas de la cantera madridista, el club se ha visto empujado a venderle a uno de sus máximos competidores en España y Europa y a renunciar a un proyecto de futuro.
Con la marcha del mediocentro, que tuvo bastantes minutos y apuntó muy buenas maneras con Santiago Solari al mando, el Real Madrid apuesta por valores más consolidados pero de menor tiempo por delante, como el caso de Luka Modric, Toni Kroos o Casemiro. Una elección cuya responsabilidad recae en el criterio de Zinedine Zidane, entrenador blanco, que habría pedido otro fichaje de relumbrón (Paul Pogba) para una zona con exceso de jugadores.
El criterio del técnico también ha sido determinante para renunciar, salvo sorpresa, a Dani Ceballos. El centrocampista sevillano, que nunca ha contado para 'Zizou', mostró muy buenas sensaciones en la etapa de Julen Lopetegui. Y, a pesar de ser una apuesta de futuro (fichó en 2017 por menos de 20 millones) y de demostrarlo actualmente en el Europeo Sub-21, será otro de los jugadores que dejará el Santiago Bernabéu.
Aunque, igual que Llorente, dejará beneficios en las arcas blancas, le une otra similitud con el madrileño: su marcha escenifica una prioridad, la de un rendimiento más inmediato (que con otros jugadores como Vinicius y Rodrigo, aparentemente, no se dará) frente a la formación y crecimiento de valores de futuro.
Otro caso que puede sumarse a los dos anteriores es el de Sergio Reguilón. El lateral zurdo, una de las mejores noticias futbolísticas del año para el Real Madrid, se ha quedado sin sitio después de la confianza total de Zinedine Zidane en Marcelo y la contratación de Mendy. Su progresión a las órdenes de Santiago Solari no ha sido suficiente y en el club se ha preferido dar cabida a un jugador joven de otro club antes que poner sobre la mesa una opción de la casa. Un recurso, en definitiva, que (en forma de cesión o venta) dejará la capital y supone un coste de oportunidad más para el equipo madridista.
