La política de fichajes del Real Madrid cambiará notablemente este verano como consecuencia de una de las temporadas futbolísticas más nefastas que se recuerdan. Después de años de bonanza, con cuatro Champions en el último lustro como títulos más destacados, Florentino Pérez apostó por un modelo de futuro, pero olvidándose del presente. Ahora, con la llegada de Zidane habrá cambios, tal y como ha repetido el francés por activa y por pasiva desde que retornó al conjunto blanco.
Esto, que ya es vox populi, le costará un añadido al Real Madrid a la hora de acometer los fichajes. El resto de clubes europeos ya conoce la situación del equipo blanco, al que le pedirán el oro y el moro por cualquiera de sus estrellas. Aún así, el club de Chamartín cuenta con la baza de Zinedine Zidane, un aliciente para muchos futbolistas que tienen al francés como uno de sus ídolos de infancia.
Una de las tareas de Zidane, desde su retorno hasta final de temporada, es la de sacar el mayor rendimiento posible a jugadores cuyo valor de mercado se ha devaluado considerablemente, como es el caso de Bale, Isco, Marcelo o Keylor Navas, entre otros. Para el negocio del Real Madrid es bueno que estos futbolistas, defenestrados por Solari, jueguen lo máximo posible para así revalorizarse de cara a una venta en el mercado de verano. Y así lo ha confirmado el entrenador francés: "Aquí hay muchos jugadores con los que se puede hacer caja".
Además, desde el club están siguiendo en los últimos años una estrategia para abaratar al máximo el fichaje de futuras estrellas. Florentino Pérez ya no es el mandamás del mercado como cuando regresó en 2009 fichando a todo el que se le ponía por delante. Ya no puede competir con el poderío económico de equipos-Estado, como el PSG o Manchester City, o de la Premier League. Estos clubes ya no tienen la necesidad de vender y piden cantidades desorbitadas por sus estrellas. Precios inalcanzables hasta para el Real Madrid.
Por eso, desde el equipo blanco apuestan por esperar a que los contratos de estos cracks (como son el caso de Hazard -2020-, Eriksen -2020- o Pogba -2021-, entre otros) estén cerca de terminar. Esto provoca que sus clubes tengan que venderlos por menos dinero porque se juegan a que salgan gratis en uno o dos años, con una consecuencia económica bastante importante. Así es como llegó Kroos en 2014 por tan solo 25 millones de euros.
Y con Kylian Mbappé será parecido siempre y cuando no renueve por el PSG. Para el delantero francés, la gran obsesión de Florentino Pérez y de toda Europa, será muy difícil salir de un club que tiene el dinero por castigo. Su contrato termina en 2022, y solo a partir de 2020 se podría llegar a hablar, siendo realistas, de su fichaje por el Real Madrid.