
N'Golo Kanté, jugador del Chslesea, se negó a tributar parte de sus derechos de imagen mediante una sociedad 'offshore' para evadir el pago de impuestos, según desvelan los documentos filtrados por Football Leaks y que ha publicado Mediapart este miércoles.
Según la información de la publicación francesa, el jugador, a instancias de sus asesores, había montado previamente una empresa en Jersey, un paraíso fiscal. En base a su existencia, el Chelsea, cuando le fichó en verano de 2016, insistió en que recibiera parte de su salario, el correspondiente a sus derechos de imagen, a través de esta sociedad, pero el futbolista se negó a hacerlo, alertado por las noticias que en los últimos meses aparecieron en la prensa sobre investigaciones fiscales a otros jugadores.
Sí hubo un acuerdo previo, pero nunca firmado: que el Chelsea pagaría el 20% de su sueldo (cinco millones de euros) mediante en concepto de derechos de imagen. El club lo haría mediante esta firma 'offshore', pero el jugador, a pesar de la insistencia de los ingleses, fue "inflexible". Así, esta cantidad se siguió pagando, pero a una empresa inglesa, siguiendo los pasos establecidos por la ley y pagando el impuesto de sociedades pertinente, dos veces inferior al de las personas individuales.
Este cambio de parecer de Kanté significó un millón de euros de coste para el Chelsea que fueron pagados a medias entre el jugador y el club. La sociedad de Jersey, eso sí, no se ha disuelto.
Los documentos filtrados recogen cómo el Chelsea inquirió al jugador varias veces sobre la manera a proceder, y cómo se le intentó convencer para hacer pasar sus derechos de imagen por el paraíso de Jersey. Su asesor fiscal, en una comunicación con el Chelsea, lo dejaba claro: "Él solo quiere un salario normal".
No es la única revelación de Mediapart, que asegura que la llegada de Kanté al Chelsea se vio favorecida por los intereses de sus representantes, que frenaron el interés del PSG por hacerse con sus servicios después de ganar la Premier League con el Leicester.
Los dos agentes del jugador empujaron fuerte por este concepto, pero el PSG se negó a pagar un 10% del traspaso del jugador. En Inglaterra, a diferencia de Francia, no hay límites por las comisiones de representantes, y finalmente, los dos intermediaros recibieron una cantidad muy grande: el 30% de los 38,5 millones de euros de la operación, es decir, unos 12 millones de euros.