Deporte y Negocio

¿Qué hay detrás del límite salarial de LaLiga? Así se construye el techo de gasto de los clubes

  • La fórmula 'ingresos menos gastos no deportivos' da lugar a esta cantidad
  • Va más allá del primer equipo: otras secciones, filiales, cantera...
  • Puede reducirse en concursos de acreedores y subirse en casos concretos
Foto: Getty.
Madrid

Por sexto año consecutivo, LaLiga publicó los límites salariales de los equipos de Primera y Segunda. Con su control económico, el organismo presidido por Javier Tebas pretende conseguir un fútbol más justo, en el que los conjuntos no se endeuden y, simple y llanamente, solo gasten lo que pueden gastar. Su arma es, además de la vigilancia exhaustiva de las cuentas, determinar cuánto puede gastar, como máximo, una entidad en todo lo relativo a los gastos de su parcela deportiva.

La base para calcularlo es la siguiente: restar a los ingresos totales la cantidad reflejada en los gastos que no tienen que ver con la plantilla deportiva. Son las escuadras las responsables de elaborarlo y LaLiga la que ha de verificarlo y corregirlo si esto fuese necesario. De ahí sale un límite salarial que, no obstante, los equipos pueden dar más bajo si creen que no necesitan tanto como sus cuentas les permiten. Tampoco están obligados a utilizar todo el límite establecido si así lo desean.

Las Normas de Elaboración de Presupuestos de LaLiga (pueden leerse aquí) reflejan cómo funciona el límite salarial. El punto inicial son los ingresos totales del club. En esta partida se incluye todo: los obtenidos por competiciones, publicidad, patrocinios, derechos televisivos, las cuotas de abonados y socios, entradas, explotación de instalaciones y tiendas...

En este punto también se incluyen los ingresos por ventas de jugadores (el criterio de LaLiga no coloca esta partida de manera que aparecen como bienes de la empresa), pero hay un matiz: existe para los clubes la posiblidad de presentar la cantidad correspondiente al curso correcto o también la de hacer una media de las ventas de los últimos tres años. Se trata de un mecanismo que, en ocasiones, ayuda a aumentar el límite salarial de las escuadras si éstas no han tenido grandes ventas en el ejercicio de cálculo, pero sí en los otros dos anteriores.

Una vez alcanzado esto, llega el momento de descontar todos los gastos no relacionados con la plantilla. Es el caso de las compras de jugadores (aunque pasan a formar parte de la plantilla, en este sentido los criterios de LaLiga los muestran como bienes de la empresa), los gastos de la plantilla no deportiva (sus salarios, indemnizaciones, cuotas de la Seguridad Social, etc), los de explotación (servicios, pago de impuestos, viajes...), variaciones negativas en las existencias, amortizaciones (excluidas las de los jugadores) o provisiones.

Todos los equipos que se encuentren en concurso de acreedores verán reducidos estos límites, toda vez que los beneficios que puedan generarse irán destinados a cubrir deudas.

El resultado de restar a todos los ingresos las diferentes partidas de gastos es la cantidad máxima que puede usar cada equipo, el límite salarial. Con él, los clubes han de pagar salarios, indemnizaciones, aportaciones a la Seguridad Social, primas, derechos de imagen, gastos en comisiones y amortizaciones de "jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico". Pero hay más: contra la creencia que reduce el presupuesto salarial al de la primera plantilla del equipo de fútbol, éste en verdad afecta también a todas las secciones que pueda tener la entidad, además de la cantera y los filiales.

No es, sin embargo, un límite fijo. LaLiga establece que los clubes pueden pedir una ampliación de este techo de gasto en caso de ventas de jugadores, la obtención de nuevos contratos, el aumento en los ingresos televisivos o por abonos, así como por lesiones de larga duración, la renovación de jugadores o la extinción de contratos del cuerpo técnico.

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