Deporte y Negocio

El Girona-Barça, un desembarco en EEUU con el Manchester City de fondo y la sombra del independentismo

  • Dos equipos sensibles al derecho a decidir han de exportar la 'marca España'
  • La renuencia del Real Madrid a viajar a EEUU facilitó la alternativa culé
  • El interés del Manchester City propició que el Girona se postulase para la cita
Foto: Getty.

Después de semanas de rumores, Javier Tebas confirmó la noticia: LaLiga pretende que el Girona-Barcelona sea el primer partido de la competición española en el extranjero. El dirigente también corroboró que el partido será en la ciudad de Miami, en EEUU, a finales de enero. Si consigue los permisos de RFEF (federación española), CSD (Consejo Superior de Deportes), UEFA (confederación europea), CONCACAF (confederación de Norteamérica, América Central y Caribe) y USSF (federación de EEUU), el torneo liguero español romperá la frontera nacional y lo hará con un partido que, por razones diferentes a las deportivas, no ha dejado indiferente a nadie. ¿Por qué han sido elegidos dos equipos catalanes, con el telón de fondo del proceso independentista, en un partido a exportar como símbolo de la 'marca España'?

Lo que podría terminar en Miami, comenzó en Miami. Fue allí donde se jugó el Clásico amistoso entre Real Madrid y Barcelona, y también se construyó el kilómetro cero del desembarco de LaLiga en EEUU. Con motivo de la celebración del partido, Javier Tebas se reunió con Stephen Ross, fundador de la International Champions Cup y dueño de Relevent, multinacional destinada a la distribución de eventos deportivos. En esta conversación surgió la propuesta: que dos equipos españoles jugasen un partido de LaLiga en tierras estadounidenses.

Las reacciones no se hicieron esperar. Para exportar un duelo de LaLiga, parecía indispensable que al menos uno de los dos contendientes fuese Real Madrid o Barcelona en su calidad de gigantes del fútbol mundial. La renuencia de los blancos y la predisposición de los culés dejaba a las claras que sería el equipo blaugrana uno de los dos equipos participantes. Para el segundo, sería muy favorable un perfil medio-bajo que permitiese a la escuadra publicitarse en EEUU. Varios clubes cumplían con estos requisitos (y de hecho, ya existiría una especie de lista de espera, dado que se jugará, de momento, un solo partido por temporada), pero uno de ellos tenía intereses extra, el Girona.

Los gerundenses, con una importante participación del conglomerado City Football Group (que posee al Manchester City), salieron a la palestra por el interés del todopoderoso equipo inglés en tener una vía complementaria para su internacionalización. El asunto, tal y como detalló Javier Tebas en la entrevista concedida a 'El Transistor' de Onda Cero, se trabajó "con la máxima discreción". Aún faltaba más de un año para oficializar el acuerdo con Relevent, pero las bases estaban ya consolidadas.

En este sentido, y horas antes de la entrevista de Tebas, el Girona se declaraba totalmente dispuesto a aceptar una propuesta, admitida en un comunicado, del presidente de LaLiga y consensuada también con el Barcelona: "Es una gran posibilidad de expansión y de crecimiento no solo para el club sino también para la ciudad y el territorio".

Con el 'sí' de los clubes, y a falta de explicaciones pertinentes al sindicato de jugadores (AFE) para frenar su tentativa de huelga y a una RFEF que debe dar la autorización a la exportación del partido, en LaLiga se respira mucho optimismo de cara a la celebración de un duelo que se da casi por seguro. Se han trabajado diversos aspectos espinosos, como son las compensaciones a los abonados (las pagaría Relevent e incluyen distintas ofertas para los hinchas del Girona) y el transporte de los que deseen ver el encuentro en directo. Y, también, por supuesto, la posible reivindicación política de los aficionados de dos equipos que han guardado una relación estrecha con el derecho a decidir.

Ante la "apología del independentismo"

Javier Tebas, contundente siempre en la problemática catalana, no dejó lugar a las dudas cuando fue preguntado en 'El Transistor': "Queremos una fiesta del fútbol. No queremos política en ese partido".

La respuesta del dirigente se dirige también a la inquietud que se ha llegado a trasladar desde parte de la esfera política española por la posibilidad de que el partido conlleve actos a favor de la independencia catalana. El PP ha asegurado que no estaría a favor de un evento que fuese "altavoz del independentismo" y Ciudadanos ha pedido medidas para evitar que se "politice y secuestre" el choque.

La relación de Girona y Barcelona ha sido de una extrema sensibilidad con el derecho a decidir, el cual apoyaron antes de la escalada independentista que cristalizó en el referéndum del 1 de octubre y la declaración unilateral de independencia del 27 del mismo mes. También se adhirieron a la huelga general en la comunidad autónoma que se declaró como protesta por la represión policial al primero de octubre.

Ya con el movimiento secesionista muy latente, los dos equipos se enfrentaron en Montilivi tan solo una semana antes del referéndum. En la grada del campo gerundense proliferaron las esteladas y se entonaron cánticos con los lemas 'Votarem' e 'Independència', además de 'Els Segadors', himno oficial de Cataluña. La vuelta, en febrero de 2018 en el Camp Nou, también tuvo gestos: en el coliseo se desplegaron dos grandes pancartas pidiendo en inglés y catalán la libertad de los presos políticos encarcelados tras el proceso independentista.

Así, la misión que se ha impuesto LaLiga es no se dé una "apología del independentismo". Javier Tebas ha querido enfriar los ánimos de quiénes ven en el Girona-Barça una oportunidad para las reivindicaciones políticas: "Los aficionados del Barça de EEUU no hacen apología del independentismo (...) Va a ser el aficionado que ha ido a ver el Barça durante los torneos de verano". En el otro lado de la balanza están los hinchas del Girona que crucen el charco para apoyar a su equipo, 1.500 personas traídas para que los seguidores estadounidenses ("Queremos que se desplacen para que la gente de EEUU y Miami vean la pasión y lo que es el ambiente de un partido de fútbol en España") que, sin embargo, serían un porcentaje bastante pequeño del aforo total del Hard Rock Stadium, probable escenario del partido y con una capacidad de aproximadamente 65.000 espectadores.

La reedición de lo que pasó en Montilivi, de acuerdo con el potencial hincha del evento y con las precauciones que quiere tomar LaLiga, parece difícil. Pero la política, siempre sujeta a intereses que nunca van de la mano con los deportivos, mantiene la tensión. No parece un problema para Tebas, que lo tiene claro: "Vamos con el trabajo de la marca España".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky