Tras unas semanas en standby, la UEFA ha vuelto a la carga con sus amenazas a los clubes díscolos que insistían con la creación de la Superliga. Ante esto, Real Madrid, Barcelona y Juventus emitieron un comunicado este viernes denunciando "presiones" y "amenazas" de la UEFA, y recuerdan que los tribunales ya se han pronunciado sobre "cualquier actuación que pueda penalizar a los clubes fundadores" y piden "debatir, desde el debido respeto, sin presiones del todo intolerables".
Y es que la UEFA estaría dispuesta a castigar a Real Madrid, Barcelona y Juventus con la suspensión por dos años de cualquier competición internacional, tanto Champions como Europa League, organizada por ellos, según informó ESPN.
La UEFA, con un comunicado hecho público este viernes, ha anunciado que readmite a nueve de los 12 clubes que iniciaron el proyecto: Arsenal, Tottenham, Manchester United, Manchester City, Liverpool, Chelsea, Atlético de Madrid, Milan e Inter.
Todos ellos, como "gesto de buena voluntad", tendrían que proporcionarle al organismo 15 millones de euros cada uno y el 5% de los ingresos que generen la próxima campaña como compensación por su intento de secesión. En cambio, si los equipos indultados repiten el acto, tendrán que pagar 100 millones de euros cada uno como multa, además de otros 50 si incumplen cualquiera otra norma.
Si finalmente se produce esta suspensión, tanto Real Madrid como Barcelona estarían expuestos a perder una buena cantidad de dinero, correspondiente a premios deportivos y al market pool, que depende de los derechos de televisión y de los equipos que cada país logre clasificar entre los mejores de la competición.
Por ejemplo, esta temporada, el equipo blanco ha ingresado un total de 113 millones de euros en la Champions esta temporada: 92 millones de premios deportivos por llegar hasta semifinales y alrededor de otros 21 por el 'market pool'. Por su parte, el Barcelona habría logrado esta campaña alrededor de 90 millones de euros.
A estas cifras aproximadas de unos 200 millones que dejarían de ingresar cada una de las dos posibles temporadas que la UEFA pretende excluirles de la máxima competición continental se suma lo que los clubes puedan perder en concepto de patrocinios, que bajarían dado que jugarían menos partidos y con menos audiencia potencial.